jueves, 2 de marzo de 2017

El gobierno corporativo nació en el Reino Unido como una reacción a grandes escándalos empresariales que afectaron la economía de ese país. De ahí en adelante, la creación de herramientas para que las empresas tomen decisiones más responsables y transparentes se replicó mundialmente.  

El gobierno corporativo busca establecer mecanismos para la toma de decisiones transparentes en las empresas. Para esto, se han creado herramientas como comités de auditoría, de remuneración de directores y de nombramientos. También se han desarrollado reglas para manejar conflictos de interés.

Aunque el gobierno corporativo se ideó para sociedades listadas en el mercado de capitales, la utilidad de implementarlo en todas las empresas es indudable. Esto se evidencia en que la implementación de sistemas de manejo de riegos mejora la protección y valoración de las inversiones de los accionistas.  

Con la expedición de la Circular Externa 28 de 2007 de la Superintendencia Financiera (Código País) se reguló el gobierno corporativo en el país. Como en muchos países del mundo, esta regulación se enfocó en sociedades que participan del mercado de capitales. 

El Código País adoptó los Lineamientos para un Código Andino de Gobierno Corporativo de la Corporación Andina de Fomento. Estos Lineamientos se fundamentan en las experiencias de otros países y en las recomendaciones de la OCDE. 

Estas recomendaciones incluyen, entre otras, la aplicación voluntaria del Código y la utilización de la fórmula cumplir o explicar.

Las encuestas de aplicación del Código País por parte de la Superintendencia han demostrado la utilidad de su implementación. Las encuestas han evidenciado la efectiva implementación de la mayoría de las medidas incluidas en el Código. El siguiente paso entonces debería ser replicar estas prácticas en las demás sociedades.

Siendo esto así, la locura puede estar en pensar que la adopción de regulación de otras jurisdicciones es el único camino posible. Un ejemplo es el Código del Reino Unido que busca la protección adecuada de los accionistas en sociedades con participación accionaria dispersa. 

Esto no aplica al caso colombiano pues nuestro mercado de capitales es mucho menos desarrollado. La gran mayoría de sociedades listadas están bajo el control de familias o de los principales grupos económicos. Al final, el Código sólo aplica a una cantidad muy reducida de sociedades.

También es una locura pensar que la cultura del gobierno corporativo sólo llegará a través de la adopción de normas. El gobierno corporativo debe convertirse en una cultura de responsabilidad empresarial en donde las sociedades entiendan la necesidad de su implementación. 

Las normas en Colombia permiten la creación de herramientas de gobierno corporativo que se acomoden a cada organización. Esta es sin duda la mejor forma de dar vida a la cultura del gobierno corporativo.    

Por el momento y en temporada de asambleas de accionistas, las empresas tienen en sus manos adoptar prácticas de buen gobierno corporativo. Para esto basta que los informes que deben presentarse a la asamblea vayan más allá del cumplimiento formal de obligaciones legales.