Factoring transó US$9.724 millones en 2013

Hoy se estima que 12 de cada 100 mipyme se financian con crédito formal, cifras que reflejan la falta de acceso al sistema para este segmento. Frente a esto, con instrumentos como el factoring, se espera mejorar los indicadores; sin embargo, Colombia presenta grandes crecimientos pero su volumen aún no es significativo.

“Se trata de un acuerdo entre la empresa de factoring y un proveedor que vende a plazo. Este tiene el derecho de cobrar a sus clientes algunas sumas de dinero, derechos de cobro que transfiere a la compañía de factoring. Esta empresa, a cambio, le paga el valor de los créditos cedidos”, explica María Mercedes Cuéllar, presidente de Asobancaria.

En concreto, el factoring en el país movió durante 2013 una cifra total de US$9.720 millones, lo que supone un crecimiento de 61,6% durante este periodo. Esto hace que llegue a 2,7% del PIB y a 7% del total de la cartera.

Así podría parecer una cifra elevada, pero lo cierto es que Colombia está lejos de otros países en Latinoamérica, ya que solo Argentina transa menos. En este sentido, Brasil es el principal representante con US$43.359 millones; seguido por México, con US$38.561 millones; Chile con US$35.042 millones, y Perú, que registró US$11.218 millones.

El factoring es una herramienta financiera con grandes perspectivas y potencial en el mercado latinoamericano y en el caso particular de Colombia, la industria ha tenido un crecimiento constante, evidenciando cada vez más su importancia dentro del país”, agrega Cuéllar.

Y precisamente la importancia de este mecanismo es el bajo acceso que tienen las mipyme en el sistema financiero, un fenómeno en el que el factoring es una de las principales herramientas para que tengan financiación.

“Lo que ocurre es que las pequeñas empresas tienen fácil acceso a planes de microcrédito cuando ya tienen más de seis meses de negocio, pero sobre todo para los emprendedores, acceder a crédito formal no es sencillo”, afirma Juliana Álvarez, directora de Banca de las Oportunidades.

Esta opinión también la comparte del sector del factoring. “Una de las principales barreras para potenciar los indicadores de inclusión financiera es el grado de formalización de los negocios creados por los múltiples emprendedores colombianos. Por eso, el factoring es una excelente opción para ingresar a estos emprendimientos en el sector financiero”, señala Santiago Bernal Uribe, vicepresidente comercial de Factoring Bancolombia.

Con todo, Asobancaria muestra cómo son varias las barreras que tiene actualmente el desarrollo del factoring en Colombia. Entre estas destacan algunas como la reglamentación de la factura electrónica, inexistencia de un marco regulatorio para las operaciones de esta herramienta, la dificultad de llegar al sector agropecuario y, sobre todo, el gran desconocimiento de la industria.

“Es necesario contar con un marco normativo claro en aspectos como su naturaleza jurídica, el registro contable, la libre circulación de la factura física o la aceptación. Se requiere la reglamentación de la factura electrónica y todo esto acompañado por supuesto de esfuerzos colectivos para promover la figura a través de programas de educación financiera”, considera la presidenta del gremio bancario.

Bancolombia, líder del segmento
Al ser un sector que no tiene tanto desarrollo como otros instrumentos del sector financiero, aún no son muchas las empresas que lo atienden. Según Asobancaria, Factoring Bancolombia cuenta con una participación de 35%, seguido por Citibank y Banco de Bogotá, ambas entidades con una cuota de mercado de 11%.

Falta mucho para que se vean las cifras de otros países de la Región, pero todo parece indicar que mantendrá su crecimiento.

Conozca los tipos de producto que puede contratar
Actualmente son dos las modalidades de factoring que se pueden contratar en el país, las cuales se diferencian según la clase de riesgo que se está asumiendo. Así, la primera sería el factoring con recurso, “que es en el que el proveedor que transfiere su cartera, asume el pago de la obligación, mientras que en el otro lado se encuentra el factoring sin recurso, que es cuando se hace una venta en firme, puesto que quien transfiere no asume obligación alguna de pago. En esta última modalidad el factor solo podrá cobrar al deudor del crédito que se le ha transferido, puesto que ha liberado a su cliente (el proveedor que vendió a plazos)”, explica Asobancaria.

La Opinión

María Mercedes Cuéllar
Presidente de Asobancaria
“El factoring es una herramienta con grandes perspectivas y potencial de crecimiento y en el caso de Colombia, tiene mayor importancia en el desarrollo de la economía”