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miércoles, 2 de diciembre de 2015

Actualmente la oferta de energía en el país está amenazada. Una mezcla de factores como el fenómeno de El Niño y los costos financieros de las termoeléctricas han llevado a que el gobierno decrete un aumento en las tasas de energía. Esto, sin disiparse del todo los riesgos de un apagón, que puede suceder en los próximos meses cuando llegue lo peor del fenómeno del niño.

Recuérdese que la Ley 1715 “por medio de la cual se regula la integración de las energías renovables no convencionales al sistema energético nacional”, estableció importantes incentivos para la inversión en el desarrollo de Fuentes No Convencionales de Energía (Fnce), y se expidió en mayo de 2014. 

Por tanto, no se explican los 18 meses que se demoró el Gobierno en regular  la Ley 1715 de 2015. Como si Colombia no necesitara atraer inversiones y desarrollar proyectos que garanticen la seguridad energética del país.

El Decreto 2143 de 2015 expedido el 4 de noviembre de este año, intenta materializar estos incentivos. Digo intenta materializar los  beneficios, porque es solo eso: un intento. 

Dicha norma no establece los procedimientos ni las listas de los bienes beneficiados, sino que se dedica a reiterar lo dicho en la Ley y a establecer que en tres meses se debe emitir la regulación por parte de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme). 

Se puede esperar que los borradores de la regulación se publiquen en enero del próximo año y la regulación de la Upme se emita sobre el plazo establecido en la ley del 4 de febrero de 2016. 

Lo anterior, a menos que a medio camino se emita un decreto que amplíe el plazo para emitir esta regulación, situación que sin duda sería aún peor. 

La Ley estableció una exención del IVA, una reducción en la renta, una exención arancelaria y una depreciación arancelaria a las inversiones que se realizarán en proyectos de Fnce. El Decreto (año y medio después) estableció que la Upme es la encargada de definir que bienes son los que van a disfrutar de estos beneficios, pero en tres meses pues no es urgente. 

En  conclusión, con ley y decreto expedidos materialmente no se puede acceder a los beneficios, las inversiones se estancaron y los ciudadanos esperamos que siga lloviendo para que no se vaya la luz.

Parece que aquí el gobierno estuviera esperando a que se vaya la luz para avanzar en estas fuentes de generación alternativa. Mientras el gobierno espera que se vaya la luz, los ciudadanos esperamos que no se vaya.

Así las cosas, solo queda estar pendientes de que la Upme emita el borrador de la regulación para que los interesados podamos hacer los comentarios pertinentes, de acuerdo a lo señalado en el artículo 8 numeral 8, de la Ley 1437 de 2011.

Espero que la Upme corrija el camino y emita una regulación pronto, con plazos cortos y trámites sencillos para que Colombia pueda convertirse en un lugar atractivo para estas inversiones.

Seguro las Fnce no son la solución para el fenómeno del niño de este año, pero pueden ser la solución sostenible y definitiva al problema de la dependencia energética de las fuentes convencionales.