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viernes, 19 de septiembre de 2014

Pese a las tensiones en el extranjero, los datos continúan indicando un fortalecimiento de la economía de los EE.UU., lo que a su vez implica un dólar más fuerte y tasas de interés más altas. Pero la otra cara de este dólar más fuerte es el debilitamiento de otras divisas. En algunos casos, particularmente en el de Japón, esto trae aparejado un significativo impulso para las acciones locales. 

La semana pasada, los inversionistas enfrentaron una gran cantidad de inquietudes geopolíticas, dentro de esas una muy sorprendente. A una renovada presencia militar de los EE.UU. en Irak y nuevas sanciones de la UE contra Rusia, se les sumó una nueva preocupación: el panorama de una Escocia independiente.

La cuestión escocesa resulta particularmente interesante. A pesar de que los inversionistas estuvieron todo el año al tanto de la inminente votación, pocos pensaron que el referendo tenía posibilidades de ser aprobado. Durante las últimas dos semanas, sin embargo, diversas encuestas sugerían una verdadera posibilidad de que Escocia votara esta semana por su independencia, un acontecimiento que pareció tomar a muchos por sorpresa.

¿Cuáles serían las consecuencias de que los escoceses votaran a favor de la independencia? Evidentemente, la votación tiene más importancia para el Reino Unido, pero la independencia de Escocia tendría, además, un impacto más amplio, en especial para el resto de Europa. Mínimamente, lo más probable sería que la libra esterlina y otros activos del Reino Unido continuaran bajo mayor presión. 

Además, dado que Escocia es un país que suele estar más a favor de la UE que el resto del Reino Unido, la emancipación podría aumentar la probabilidad de una eventual salida del Reino Unido de la UE, lo que aumentaría aún más las incertidumbres en la región. 

Aparte de los problemas geopolíticos, otro factor que afectó a las acciones la semana pasada fue la inquietud en torno al aumento de las tasas de interés y a la posibilidad de un incremento de las tasas de la Reserva Federal antes de lo esperado.

Los datos más recientes de la economía estadounidense superaron las expectativas. La semana pasada, se dieron aún más evidencias de que la economía de los EE.UU. debería crecer significativamente más rápido en la segunda mitad del año que en la primera. En agosto, las ventas minoristas subieron y las cifras de julio mostraron mejores resultados (aunque las ganancias mensuales promedio para el 2014 todavía se mantienen en el promedio post recesión). Adicionalmente, otras medidas económicas, en especial aquellas relacionadas con los sectores industrial e inmobiliario, resultaron significativamente más fuertes de lo esperado. Como consecuencia, el grado de sorpresas económicas se encuentra, actualmente, en su mejor nivel desde principios del 2013.

La estabilidad y solidez de los datos económicos estadounidenses ha llevado al rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años a su nivel más elevado desde principios de julio. El movimiento en el extremo corto de la curva de rendimientos también ha sido significativo. 

Tras la difusión de un comunicado de la Reserva Federal en la que se sugiere que los inversionistas podrían estar considerando la posibilidad de un incremento temprano de las tasas, el rendimiento de las letras a dos años se aproximó a 0,60%, el nivel más alto desde la primavera del 2011.

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