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miércoles, 10 de junio de 2015

Figuras similares a esta se utilizan desde hace años en mercados desarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, existe la figura de “well-known seasoned issuers”, o WKSI, bajo la cual emisores que cumplen con ciertos requisitos (tales como de capital, de montos de emisiones y tiempo que llevan como emisores inscritos) puedan hacer ofertas públicas de valores bajo un único registro conocido como “shelf registration”.

En Colombia la figura fue incluida en el Decreto 2555 de 2010 como una nueva modalidad de inscripción en el Registro Nacional de Valores y Emisores (Rnve) y, una vez sea reglamentada, permitirá que los valores emitidos por emisores catalogados como “conocidos y recurrentes” queden inscritos automáticamente en el Rnve y su oferta pública quede autorizada. La sola remisión, a título informativo, a la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) de los documentos requeridos para la inscripción en el Rnve y para la autorización de oferta pública sería suficiente para que se entienda autorizada la inscripción y la oferta pública de estos emisores.

El Decreto 2510 facultó a la SFC para reglamentar la materia y establecer los requisitos para poder ser catalogado como un emisor conocido y recurrente, para lo que se deberá tener en cuenta la frecuencia con la que un emisor acude al mercado, el monto de las emisiones que este ha efectuado, y si ha sido o no sancionado por infracciones a las normas del mercado de valores.

La SFC es la entidad que puede catalogar a un emisor determinado como “conocido y recurrente” y, además, está facultada para suspender, cuando lo crea conveniente, el mencionado régimen respecto de un emisor particular. Asimismo, la SFC, en cualquier momento posterior a la inscripción y oferta pública, puede revisar la documentación que le ha sido presentada, y, de considerarlo, requerir que se hagan ajustes.

Se espera que esta nueva regulación traiga muchos beneficios, tanto para los emisores como para el mercado en general. Por un lado, los emisores de valores podrían aprovechar mejor las ventanas de mercado, que muchas veces son cortas, para hacer una oferta pública de valores en el momento ideal, y así colocar la mayor cantidad de valores posible.

Se han visto casos en que emisores y colocadores han encontrado oportunidades interesantes para ofrecer valores, y en el tiempo que tardan en preparar la emisión y surtir los trámites de inscripción y autorización, esas ventanas de mercado se cierran, lo que lleva a que la emisión deje de ser conveniente. Además, los trámites de inscripción y autorización de ofertas públicas para estos emisores se simplificarían significativamente, lo que podría reducir tiempos y costos al emisor.

Por otro lado, los inversionistas podrían tener una mayor y mejor oferta para invertir en el mercado de valores, ya que la demanda podría satisfacerse de forma más rápida si se aprovecha el apetito del momento por cierto tipo de valores y emisores. Se espera que esto motive a que emisores recurran al mercado con mayor frecuencia, y se ayude así al crecimiento y desarrollo del mercado de capitales colombiano.