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  • Natalia Arteaga

sábado, 18 de octubre de 2014

De acuerdo con un informe especial sobre estrategias y retos para la paz, realizado por el Cinep y Konrad Adenauer Stiftung, el sector privado habría participado en 6% de las movilizaciones por la paz que se realizaron en los últimos 20 años.

Los actores internacionales habrían tenido una intervención de 5%, las iglesias, 7%; y en referencia al Estado las cosas no mejoran mucho, pues habría participado 1% por año, en las dos décadas pasadas.

En donde sí se notó la preocupación por los temas relacionados con lograr la paz, fue en las organizaciones sociales que representaron 68% de dichas movilizaciones.

Dice Mauricio Jaramillo Jassir, investigador del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, que el asunto está relacionado directamente con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y que el tema en Colombia es relativamente nuevo, por lo que seguramente dichas organizaciones no supieron responder a la problemática en ese periodo.

En relación con el papel que deben jugar los privados en este momento coyuntural de la negociación y en una eventual etapa de posconflicto, el experto aseguró que el rol será importantísimo por cuanto la paz tiene algunos componenentes como el desarme y la reintegración, y en la última las empresas serán quienes deban asumir esta nueva fuerza trabajadora que dejará la desaparición de las filas guerrilleras.

“Hay dos indicadores de que en esta ocasión el sector sí tiene disposición. El primero quedó demostrado en la carta que el presidente Juan Manuel Santos recibió de los industriales antes de que se concretará la segunda vuelta en las pasadas elecciones presidenciales del 15 de julio. Ahí le expresaron todo su apoyo en la propuesta de seguir avanzando en materia de paz, comprometiéndose, además, con todo lo que se viene después de firmar el acuerdo. Por otro lado, la masiva participación de los empresarios en la campaña #SoyCapaz, indica que están tomando partido del proceso”.

Del mensaje clave que están enviando los privados a través de la campaña, también habló Laura Gil, analista política, quien aseguró que con ello, queda demostrado que no hay indiferencia frente al cambio. “Creo que durante los 20 años que ya pasaron no hubo mayor participación porque es un sector que ha logrado crecer en medio del conflicto y que además ha estado muy protegido por el Gobierno”.

Gil asegura que no vislumbraban conclusiones exitosas y que eso pudo haber motivado la indeferencia entre los industriales.

Yan Basset, doctor en ciencia política de la Universidad de París III y docente de la Universidad Externado, explica que la ausencia del sector privado en las movilizaciones de paz, pudo deberse a que ese no es su papel en el país.

“No me sorprende la estadística del análisis del Cinep porque los empresarios no tienen cómo meterse en esos asuntos sociales. En donde sí van a ser decisivos es en la etapa posterior, por la inserción laboral, pero no antes para reclamar la paz”.

Promoción de diálogos
Es curioso que siendo hoy, Álvaro Uribe Vélez, el mayor detractor del proceso de paz que adelanta el Gobierno con el grupo guerrillero de las Farc, haya realizado durante sus dos administraciones (2002-2010), acciones por llegar a acuerdos de diálogo y negociación con la insurgencia.

De acuerdo con las cifras del estudio, entre 2002 y 2006, el Gobierno concretó 18 hechos relacionados con la negociación para terminar el conflicto. Y entre 2006 y 2010, hubo otros 16 diálogos para un total de 34 en ocho años.

Durante el mandato de Ernesto Samper (1994-1998), la cifra de las negociaciones se disparó con 47 actividades relacionadas, según el análisis. Lo extraño es que no se llegó al desarrollo de un proyecto concreto de paz. Su intención pudo haberse visto mermada por los múltiples escándalos de narcotráfico que rodearon el Palacio de Nariño por esos días.

Quien sí logró ilusionar al país con la terminación del conflicto pocos años después, fue Andrés Pastrana (1998-2002), quien inició un fallido proceso de paz y concretó 16 reuniones de diálogos y negociaciones.

El actual Gobierno, dice el documento, ha logrado 36.

Recomendaciones para la paz
Dice el estudio que un proceso de negociación no es un camino lineal hacía la paz, y más bien es un procedimiento en el que se ajustan relaciones de poder que ya existen y por ello, entre los recomendados para el Poder Ejecutivo, están: construir y socializar una narrativa de la paz territorial, de fácil asimilación, reconstruir los canales institucionales con las comunidades locales, e implementar estrategias de control del proceso.

Las opiniones

Yan Basset
Doctor en ciencia política de la universidad de parís III

“No me sorprende la estadística del análisis del Cinep y de Konrad Adenauer Stiftung porque los empresarios no tienen cómo meterse en esos asuntos sociales. En donde sí van a ser decisivos es en la etapa posterior, por la inserción laboral, pero no antes para reclamar la paz”.

Mauricio Jaramillo
Investigador del Centro de Estudios Políticos del rosario

“Hay varios indicadores de que en esta ocasión el sector privado sí tiene disposición. En la carta que el presidente Juan Manuel Santos recibió de los industriales antes de que se concretará la segunda vuelta quedó demostrado el compromiso de los industriales con el proceso de paz”.

Laura Gil
Analista política

“Creo que durante los 20 años que ya pasaron no hubo mayor participación del sector privado en diferentes movilizaciones de paz porque es un sector que ha logrado crecer en medio del conflicto y que además ha estado muy protegido por el Gobierno. La actitud de ahora es más positiva”.

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