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ANALISTAS

El Nobel de economía y la regulación de los mercados

martes, 28 de octubre de 2014
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El recientemente galardonado con el premio Nobel de Economía, el francés Jean Tirole, hace un aporte significativo al analizar el “poder de mercado” y la regulación de los mismos. Tirole es uno de los economistas más influyentes de nuestros tiempos y uno de los más citados a nivel mundial por sus aportes teóricos en el campo de los mercados y de la organización industrial.

No es un secreto que la crisis financiera de 2008 que se inició en Estados Unidos se debió, en parte, a la desregulación del sector financiero iniciada por Ronald Reagan y culminada por Bill Clinton, al derogar la Ley Glass-Steagall de 1933, la cual había sido instaurada por Franklin D. Roosevelt después de la depresión económica de los años treinta. No hay duda de que el gobierno de Clinton flaqueó ante el poder del Citigroup, que se convirtió en un gigante bancario gracias a la derogación de esta ley.

Por lo tanto el premio Nobel para Tirole no solo es un reconocimiento para él como persona, sino también el reconocimiento de las fallas del mercado y de la ineficiencia para la economía del poder del mercado.

Ya se sabe que los mercados, por si mismos, no se autorregulan y que las instituciones que los regulan deben ser muy fuertes y estrictas para controlar las ineficiencias generadas por el poder de mercado. Un mercado eficiente es aquel en el cual los precios son los justos para que se vean beneficiadas tanto las empresas como los consumidores. Si los precios son controlados y manipulados por las empresas entonces los consumidores se ven altamente perjudicados.

En el comunicado de la Real Academia de Ciencias Sueca informando del premio para Tirole, se explica que hay dos dificultades para la regulación de los mercados: la primera es que hay muchos mercados dominados por pocas empresas (oligopolios), las cuales manipulan los precios, los volúmenes transados y la calidad, pero que la teoría económica no aporta mucho sobre el asunto; la segunda dificultad es que a la autoridad regulatoria le falta información sobre los costos de las firmas y sobre la calidad de los bienes y servicios que ellas ofrecen.

El principal aporte de Tirole fue dar una solución inteligente para que las mismas empresas en función de sus propios beneficios aporten información relevante sobre sus costos de producción, independientemente del tipo de industria de la que se trate. También fue relevante el aporte sobre los tiempos bajo los cuales se hace la regulación y sobre la revisión y la renovación de la misma.

Otro aporte importante para el gobierno, como agente regulador, es la forma como debe establecer el marco regulador para evitar posibles colusiones (acuerdos) entre el regulador y el regulado (empresa) para ocultar información.

Las políticas de regulación de los mercados, en los diferentes países, deberían tener en cuenta los estudios y aportes teóricos y empíricos de Jean Tirole.

En Colombia hay muchos ejemplos de ineficiencias generadas por altos precios en diferentes sectores: sector financiero (altas tasas de colocación y bajísimas tasas de captación), los pasajes aéreos internos, la televisión por cable, la telefonía celular, el cemento, las cervezas, los pañales y la salud prepagada entre muchos otros bienes y servicios.

Bajo la perspectiva de los análisis de Jean Tirole, el gobierno colombiano, a través de la Superintendencia de Industria y Comercio, deberá fortalecer la forma como puede obtener información sobre los costos en las diferentes empresas que producen bienes y servicios y además deberá fijar los periodos en los cuales se analiza esta información. También es clave la idoneidad de las personas encargadas de la regulación en los diferentes mercados, para evitar el ocultamiento de información relevante para el control de los mismos.

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