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jueves, 17 de julio de 2014

Esta ecuación estaría incompleta sin un elemento fundamental, el compromiso con la difusión y protección de los derechos del contribuyente, labor que viene adelantando la Defensoría del Contribuyente y Usuario Aduanero, en la medida en que permite encontrar un equilibrio entre la soberanía fiscal y el respeto por los derechos de los ciudadanos.

Pero la defensa de los derechos no solo implica brindar garantías desde lo legal a través de la institucionalización de los derechos en la última reforma tributaria,  la creación de mecanismos para su defensa, o evitar excesos por parte de la administración;  requiere también de un sistema fiscal equitativo, justo, transparente, simple, que le facilite al contribuyente el cumplimiento voluntario de sus obligaciones.

 En este sentido, es importante destacar la labor del director de la Dian, Juan Ricardo Ortega, quien con inspiración, respeto por la dignidad de las personas, coraje, principios y valor, logró avanzar en temas fundamentales para contrarrestar las inequidades tributarias, recuperar la confianza de la ciudadanía en una entidad tan importante para el desarrollo del país como lo es la Dian, proyectándola como una administración tributaria de talla internacional, y que además juega un papel importante en las aspiraciones de Colombia para hacer parte de la Ocde.

Lideró acciones tendientes a contrarrestar el contrabando, que tanto daño le hace a la industria nacional, el comercio y los importadores, los casos de elusión y evasión que terminan por aumentar las cargas tributarias de los contribuyentes que sí hacen la tarea y cumplen con sus obligaciones, entre otros aspectos.

Desde el punto de vista de la Defensoría, el mayor reconocimiento para  Juan Ricardo Ortega en el tema de garantías y defensa de los derechos que se fundamentó en la apertura de espacios para discutir y buscar soluciones a las distintas problemáticas que afectan a los contribuyentes en asuntos como la falta de unidad de criterio en la aplicación de normatividad, deficiencias en la disponibilidad de los sistemas informáticos, aprehensiones arbitrarias, embargos en exceso, miedo y preocupación de los funcionarios por la toma de decisiones en términos de justicia por los posibles riesgos de carácter disciplinario y/o fiscal, entre otros, que han conducido a acciones para prevenir o mitigar los riesgos.

Es por eso que el futuro de la Dian es un tema que nos debe interesar a todos los colombianos. El camino se ha construido y estamos seguros que el Presidente de la República y el Ministro de Hacienda tendrán la sabiduría necesaria para designar a un líder que continúe con las acciones y las buenas prácticas que requiere el país en temas como el diseño de instrumentos de política fiscal que aporten soluciones rápidas y efectivas a las problemáticas de los contribuyentes, la modernización de los sistemas de información, la escuela fiscal, potenciar el recurso humano fortaleciendo su competencias, aspectos que en gran medida contribuirán con la seguridad fiscal del Estado, la protección de los derechos de los contribuyentes, principal tarea de la Defensoría, y lo más importante, construir el país que soñamos para nuestras nuevas generaciones.