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ANALISTAS

El apoyo a la formación doctoral en Colombia

martes, 16 de diciembre de 2014
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La inquietud académica e investigativa en Colombia gira entorno a elevar la formación profesional, tanto en el ámbito laboral del mundo académico - universitario como laboral - profesional. Los doctorados por encima de cualquier otro ámbito educativo y preparación profesional, permite allanar los espacios para la generación de la ciencia, el conocimiento, la innovación y la tecnología. Sin embargo, este tipo de estudios requiere insoslayablemente apoyo directo de las empresas y las instituciones. 

La formación Doctoral está dirigida a desarrollar, incentivar y promover la investigación en diferentes contextos. Más que la inconsistente discusión, sí debe dictar o no clase un profesional formado en ello, o que haría una empresa con un PhD (Doctor en Filosofía de un arte o ciencia en particular), es que ambos frentes deben contener un espacio de trabajo clarificado, medible y demostrable, tanto en las empresas como en las universidades. 

Un Doctor en cualquiera de los ámbitos debe estar permeado del mundo empresarial a la par que el académico o del entorno y del gobierno según sea su formación. Lo que debe tener claro dicho profesional, es el definir en qué ámbitos tiene asidero el recurrir a la formación específica del doctorado, y en que espacios no tendría asiento. No es conveniente culpar a la formación, cuando es quien la ejerce la que debe tener claro los espacios de trabajo.

Es claro que el Doctorado requiere de espacios evidentes de trabajo en los que pueda materializarse todo su conocimiento, recorrido y sapiencia. La inquietud radica en contextualizar el grado de exposición al que debe estar suscrito un profesional con formación doctoral. Agazaparlo en uno u otro campo, podría desdeñar del papel que puede cumplir este profesional. Sin embargo, este análisis corre por cuenta de las unidades a cargo en investigación o en su defecto de recursos humanos.

El apoyo para este profesional con formación Doctoral debe cubrir la continuidad de sus estudios, la vinculación institucional a redes de conocimiento o la formación posdoctoral. Básicamente, aún las preguntas con respecto a la formación rondan a las empresas e instituciones de educación superior. No obstante, el apoyo a esta clase de profesionales debe ser contextualizado y definido.  

El manejo de un segundo o tercer idioma,  es crucial para poder indicar los pasos dados por este profesional. El reconocimiento intelectual de su formación conforme a impactos, productos o resultados debe ser evidenciado o publicitado. El ponerlos a la vanguardia de las instituciones, empresas y universidades, es un asunto que está por apremiarse o definirse. 

La formación doctoral puede realizarse por cuenta propia del investigador. Sin embargo, la necesidad estriba en que pueda tener espacios sobre los cuales desarrollar su actividad. Entre otras, es importante conocer si la formación doctoral escogida por el profesional es de interés de las empresas y universidades a los que estos se deben.  No obstante, aún se encuentra también en ciernes, los elementos que clarifiquen la razón de ser de los Doctorados. 

En las ciencias sociales como en las básicas y exactas, la disposición de centros, institutos o laboratorios de análisis o investigación es un imperativo. El profesional con formación a este nivel, requiere de la disposición de espacios en los cuales ejercer su profesional a escala doctoral, que no necesariamente lo logra en la docencia. Es imperante que se reconozcan los ámbitos de trabajo de este, y no solo, sobre conjeturas o proposiciones. Al respecto, la discusión, estrategias y planteamientos por lo menos en Colombia no se ha dado realmente. 

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