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Jairo Libreros, analista político e internacional, dijo que en política económica, el nuevo presidente de Ecuador tiene que entender que “este país requiere un desarrollo más competitivo, en la generación de nuevos empleos y en la no dependencia de las materias primas para tener un crecimiento sostenido”.
En esta materia, el sucesor de Correa deberá hacerle frente a la inestabilidad económica que padece el país, pues según proyecta el Fondo Monetario Internacional (FMI), Ecuador tuvo un decrecimiento de 2,5% en 2016.
A eso se suma que el país está encadenado a una tasa de cambio que perjudica el comercio, y todavía se sobrepone a un terremoto que costó cerca de US$3.300 millones, de acuerdo con datos del diario El País de España.
Por otro lado está la deuda interna y externa, que hasta diciembre de 2016 estaba en cerca de US$13.000 millones, 30% del PIB del país.
Y el desempleo, que fue bandera de Correa, registra una cifra de 5,4%. Este fue golpeado también por la caída de los ingresos fiscales y la baja del petróleo, lo que significó una pérdida de más de US$7.000 millones en exportaciones.
Otro de los retos, indicó Libreros, es “mantener la unidad en torno a las instituciones ecuatorianas. Durante muchos años Ecuador vivió frustraciones políticas que le impidieron a los mandatarios terminar su período. Correa, de alguna forma, logró mantener estabilidad institucional”, dijo.
Uno de los desafíos que seguirá es la legitimidad de las instituciones, pues según los analistas, Correa se convirtió en una figura autoritaria que no permitió la renovación ni el surgimiento de nuevos liderazgos en la contienda política.
Banderas de campaña
La bandera de campaña fue bajar los impuestos, iniciativa ligada a diferentes posiciones: “vamos a hacer del Ecuador un potencia económica”, del candidato de Alianza País, Lenín Moreno; “una economía abierta al mundo”, de Guillermo Lasso, candidato de la Alianza Creo Suma; y “veo la economía con ojos de madre. Pondré la casa en orden”, de Cynthia Viteri, del Partido Social Cristiano.
Moreno propuso eliminar las salvaguardias y bajar el IVA de 14% a 12%; también otorgar créditos de hasta US$15.000 a través de BanEcuador, y generar 200.000 puestos de trabajo. Lasso se inclinó por la creación de un millón de empleos en cuatro años, apostó por la derogación de impuestos como el impuesto a la salida de divisas y la eliminación de la sobretasa arancelaria.
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