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Deligatti, el genio de la Big Mac

miércoles, 7 de diciembre de 2016
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Andrés Quintero Vega

“Inició su actividad en el negocio de las hamburguesas tras mudarse al sur de California, donde administró un restaurante al paso para vehículos en Long Beach. En 1955, invirtió US$1.500 para su primera franquicia McDonald’s”, describe Bloomberg. 

Sin embargo, al principio no todo fue un cuento de hadas para el padre de la Big Mac. “Al principio McDonald’s era reacio a adoptar el Big Mac, según Delligatti. “Ellos sentían que tenían todo lo que necesitaban en ese momento”, relató. Después de que franquiciatarios en Toledo, Ohio, adoptaron el nuevo producto, la compañía introdujo el Big Mac a nivel nacional”, reseñó Bloomberg. 

En una entrevista con Reuters en 2007, Delligatti  explicó que le costó dos años convencer a McDonald’s de que la Big Mac era una buena idea. “Necesitábamos una gran hamburguesa, pero no podíamos hacer nada sin su permiso”, aseguró a la agencia.

Hay que señalar que han sido prácticamente los franquiciatarios de McDonald’s quienes han llevado al éxito a la compañía de comidas rápidas. Para la muestra un botón está la creatividad de Delligatti, por lo que fue también importante al crear el servicio de desayuno de McDonald’s, con productos como los hotcakes y las salchichas. Estos se los dio de comer a hambrientos trabajadores de la industria siderúrgica que iban de regreso a casa desde las acerías en el área de Pittsburgh, según un obituario publicado por la familia, reseñado por Bloomberg. Antes de fallecer a los 98 años el pasado 28 de noviembre, Delligatti había llegado a ser propietario de más de 40 locales McDonald’s en el occidente de Pennsylvania, Estados Unidos. 

La misma agencia de noticias expresó que “en los últimos cincuenta años, franquiciatarios de McDonald’s han sido responsables de algunos de los elementos del menú más exitosos de la cadena. Los pasteles de manzana y los Egg McMuffins también fueron creados por operadores independientes, dueños de casi 90% de los restaurantes de la compañía en Estados Unidos”.

De la cocina a la economía

A parte del éxito mundial que ha tenido la Big Mac en la cadena de comidas rápidas más grande del mundo, la revista The Economist en 1986 utilizó la receta inventada por Delligatti como medida del poder adquisitivo entre las diversas monedas del mundo. En julio de 2016, el Big Mac en Estados Unidos costaba US$5,04 y en China se vendía por el equivalente a US$2,79, lo que indicaba que el yuan estaba devaluado en un 44,7%, según Bloomberg, que agrega que la hamburguesa costaba 45 centavos la primera vez que Delligatti lo puso en su menú.

Según este índice de la prestigiosa revista de economía, en julio de este año Ucrania era el país con la mayor devaluación de su moneda con 68% de caída frente al dólar, por lo que una Big Mac cuesta US$1,57. 

De acuerdo con el informe, la más devaluada de la región es la moneda mexicana, ya que el costo de esta hamburguesa es de US$2,37, lo que significa que es 52,9% más barata que en Estados Unidos. A su turno, en el top tres se ubica la moneda peruana, donde la Big Mac tiene un costo promedio de US$3,02, lo que representa que es 40% más económica que en la potencia mundial.

Luego se encuentran las monedas de Venezuela y Chile, con una devaluación de 32,9% y 29,9%, respectivamente. En la región, la que menos devaluada está es la de Brasil, donde  la Big Mac cuesta US$4,78, es decir, 5,1% menos que en EE.UU.

En Colombia el precio de la Big Mac era de US$3,04 en la medición, lo que implica que costaba casi 40% menos. 

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