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Convertirse en el nuevo líder del pollo global cuesta entre US$5.500 millones y US$6.100 millones. La primera suma es la cantidad que ofrece la compañía brasileña JBS, considerada la nevera de Latinoamérica, por la compra de Hillshire, mientras que la segunda, es la contraoferta que apenas 48 horas después presentó la estadounidense Tyson Foods, iniciando así la última gran pelea empresarial.
El premio para el ganador es la segunda compañía avícola del mundo, que tuvo en 2013 unas ventas netas de US$3.920 millones y unos ingresos operacionales de US$297 millones gracias, además del pollo, a un conglomerado de marcas que incluyen Ball Park, Jimmy Dean, Gallo Salame, Sara Lee y Bryan Foods, entre otros.
Con la compra, JBS (que compite a través de su filial Pilgrim’s Pride, de la que posee 75%) y Tyson Foods suplirán sus carencias en el segmento del pollo, pero también reconfigurarán el mercado.
“Es una pelea por el mercado americano entre los grandes del continente, los brasileños quieren ampliar su participación en EE.UU. mientras que Tyson quiere ampliar su portafolio con marcas reconocidas por los consumidores norteamericanos”, explicó Carolina Lorduy, directora ejecutiva de la cámara de alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
Su efecto sería especialmente significativo en la Región, toda vez que la clase media continúa creciendo, y con ella la demanda de productos de renombre, aseguró Ricardo Gaitán, especialista en marcas.
“Las marcas de comida producen muchos dividendos, y entre más crece la clase media más apetecible se vuelven”, dijo este experto.
La pelea por la marcas alimenticias tuvo recientemente otros movimientos significativos en EE.UU., como la venta de las marcas Bertolli y Ragú de Unilever a la japonesa Mizkan Group. Esto responde, según Gaitán, a un crecimiento que está tejido del mercado y a la especialización por segmentos. En el caso de los cárnicos es más atractivo por su costo para la canasta familiar.
“El sector cárnico está en crecimiento desde el punto de vista de la demanda, pero en los países donde la alimentación está fundamentalmente basada en concentrados, los precios se han venido incrementando de forma importante”, recordó Lorduy.
La presión por hacerse con el control de Hillshire tiene también fundamento en el origen de los competidores, pues como hace notar Gaitán, los estadounidenses son reacios a dejar sus marcas en manos de extranjeros.
Para Carlos Hernán González, profesor de la Universidad del Valle y analista de empresas, la tendencia afectará a la Región con productos alejados de las preferencias nacionales, como la carne fresca en el caso de Colombia.
“Posiblemente ingresen marcas de alimentos congelados o refrigerados, reconocidas en otros lugares”, afirmó González.
La Opinión
Ricardo Gaitán
Analista de marcas
“Se están fortaleciendo las marcas de ciertos sectores. Estos movimientos se hacen porque hay conocimiento estratégico del mercado”.
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