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martes, 15 de abril de 2014

De acuerdo a las cifras de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, ya son cerca de 6.300.000, habiendo aumentado en este año en un número de poco más de medio millón de personas. 

Un informe divulgado el año pasado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, contabilizó en el último medio siglo en el país 220.000 asesinatos documentados, 5.712.506 desplazamientos forzados, 25.007 desaparecidos, 16.340 asesinatos selectivos, 1.982 masacres, 27.023 secuestrados, 1.754 víctimas de violencia sexual y 6.421 casos de reclutamiento forzado.Recordemos, que la Corte Constitucional en la Sentencia C-250 de 2012, declaró exequible  la fecha 1º de enero de 1985 para la reparación de víctimas y 1º de enero de 1991 para la restitución de tierras.   

El presidente Juan Manuel Santos les reiteró el jueves 10 de abril a todas las víctimas del conflicto armado, el porqué de su insistencia en buscar la reconciliación entre los colombianos: “La paz es el mayor compromiso que podemos ofrecer a nuestras víctimas”, dijo el mandatario durante la instalación del seminario internacional Las Víctimas le Caminan a la Paz, en el Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, de Bogotá. 

Como parte de esta conmemoración, el pasado domingo 13 de abril, se realizó en Bogotá y en Ibagué la carrera “Presta tu pierna 11 K”, contra las minas antipersonal, evento que ya se había realizado en Medellín y en Cali el pasado 6 de abril. 

Es cierto como afirmó el Presidente Santos, que antes negaban a las víctimas y la existencia del conflicto armado, pero hoy se  reconocen expresamente en la Ley 1448 de 2011.  

En este conflicto armado, todos los colombianos tenemos que ser corresponsables y en consecuencia, comprometernos con el esclarecimiento, con la reparación y con la no repetición de lo sucedido.

En este contexto, Colombia aprobó la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, 1448 de 2011, una ley tan trascendental que el propio Secretario de Naciones Unidas Ban Ki-moon, visitó el país para su sanción. 

De acuerdo a los artículos 163 y 164 de esta Ley, se diseñó una Política Pública de atención y reparación a las Víctimas, dirigida por un Comité Ejecutivo, precedido por el propio Presidente de la República.

De otro lado, el Gobierno creó el Departamento Administrativo de Prosperidad Social, Decreto Ley 4155 de 2011, que tiene como objeto el diseño e implementación de la Política Pública de Reparación a las Víctimas.

Se creó el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, artículo 159 de la Ley 1448 de 2011, coordinado por la Unidad para las Víctimas, con más de 50 entidades del Estado, y comités en cada departamento y cada municipio del país.

También se creó la Unidad de Restitución de Tierras y una jurisdicción especial agraria para adelantar estos  procesos.

Por su parte, el Centro Nacional de Memoria Histórica, creado por el artículo 146 de la Ley 1448 de 2011, como establecimiento público del orden nacional, adscrito al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, en su más reciente informe, ¡Basta ya! Colombia: Memorias de Guerra y Dignidad, hizo por primera vez en la historia del país un reconocimiento público de la responsabilidad del Estado en delitos cometidos durante medio siglo de conflicto armado. 

Encontramos un grupo de más de 360.000 víctimas reparadas, con una inversión de un presupuesto superior a los 2,2 billones de pesos, habiéndose devuelto, hasta ahora, sus tierras a más de mil familias con sentencia judicial, a las que el Gobierno está apoyando con sus proyectos productivos.

Sin embargo, existen 64 mil solicitudes de reparación  pendientes, siendo claro que se debe acelerar ese proceso, por lo que en el Congreso de la República se está adelantando un proyecto de ley para aprobar la reparación por la vía administrativa.

La Unidad ha brindado medidas de protección a más de 1.500 víctimas y a más de 1.500 líderes de este proceso solamente en los últimos dos años, siendo necesario  reconocer que los casos fatales han disminuido sustancialmente, aunque tan solo uno es demasiado.

En conclusión, las víctimas en este proceso de terminación del conflicto armado son protagonistas de la paz, son las principales beneficiadas de ella y las exhortamos para que sean sus mayores defensoras.

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