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sábado, 10 de enero de 2015

En virtud de ello, el pasado 26 de diciembre de 2014, el Congreso aprobó el Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito entre la República de Colombia con la República de Corea, mediante la Ley 1747 de 2014. Con este acuerdo comercial Colombia busca un primer acercamiento comercial con la región asiática, y asume el reto de participar en mercados tradicionalmente cerrados y ajenos a las exportaciones colombianas, donde a lo largo de la historia la oferta exportable nacional ha tenido un escaso y limitado acceso.

Este TLC entre Colombia y Corea responde al creciente y dinámico comercio que se viene dando entre estas dos economías en la última década y al interés que tiene Corea por abrir su mercado al comercio internacional; de allí que previamente haya negociado acuerdos de libre comercio con países del continente como Estados Unidos de América, Chile y recientemente Perú. 

Además es de resaltar que, la economía coreana se ubica entre las más sólidas del mundo, con una representación del 1.7% del total del PIB mundial durante el año 2013, cifra que alienta el anhelo del estado colombiano por integrarse con socios comerciales estratégicos dentro del panorama mundial.

En este sentido, el Gobierno Nacional con este acuerdo le suministra al país un instrumento que contribuye al fortalecimiento de los canales productivos y comerciales colombianos, la inversión extranjera y la promoción de la competencia, atendiendo los principios de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional consagrados en los artículos 150 numeral 16, 227 y 228 Constitución Política de 1991, en aras de obtener una relación comercial asimétrica, con reglas claras y estables que permitan una efectiva colocación de los productos y servicios nacionales en el mercado asiático.

Para lograr este fin, el TLC con Corea busca la eliminación de barreras arancelarias entre ambos países, el libre intercambio de bienes y servicios de mejor calidad y a menor precio, así como mecanismos para la protección y promoción de la inversión extranjera, con lo que se espera un aumento de los flujos de capital provenientes del exterior que garanticen mayor inversión en proyectos a largo plazo, en especial en infraestructura.

El TLC contiene 22 capítulos que abarcan: tratamiento igualitario a las mercancías importadas entre las Partes, en especial a bienes industriales y agrícolas, reglas y procedimientos de origen con beneficios arancelarios preferenciales, implementación de procedimientos aduaneros eficientes y ágiles, medidas sanitarias y fitosanitarias para proteger la salud humana, disminución de barreras técnicas al comercio bilateral, medidas de defensa comercial al mercado interno y exportaciones (salvaguardias), creación de un marco jurídico justo y transparente para la promoción de la inversión, entrada temporal de personas de negocios, telecomunicaciones, política de competencia y defensa al consumidor, compras públicas, propiedad intelectual, comercio y desarrollo sostenible, y cooperación.

Además de estos puntos, el TLC se estructura en su integridad bajo el principio del trato nacional, es decir que las mercancías provenientes del otro país Parte tengan el mismo tratamiento que reciben las mercancías nacionales. 

Por su parte, este acuerdo trae beneficios y retos para el mercado e industria colombiana, tales como el aumento de transacciones vía comercio electrónico, colaboración en procesos de transferencia de tecnología y conocimiento, e incursión con posibilidades de expansión dentro de uno de los mercados más atractivos pero exigentes del momento: el mercado asiático.

Sin embargo, es de resaltar que este acuerdo por sí mismo no garantiza un incremento o diversificación inmediata de la oferta exportable, sino que simplemente es un mecanismo puesto a disposición de los empresarios nacionales, que posibilita el acceso a un nuevo y competido mercado, el cual  requiere de un acompañamiento del Gobierno Nacional con políticas institucionales y estímulos para la industria y sectores productivos, que hagan atractivo el TLC y brinden resultados positivos para la economía del país.