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Sin duda, uno de los mayores problemas de la economía colombiana es el que tiene que ver con el marco social. Éste, medido por el IMD, no avanzó ninguna posición y se estancó en el puesto 57. Entre las mayores debilidades se encuentra la desigualdad.
Medida por el coeficiente Gini, la desigualdad en Colombia se redujo en 2,1 puntos en 2012 y se rompió la tendencia de crecimiento del periodo anterior. Si bien se ha progresado en este aspecto, la desigualdad sigue siendo muy alta.
Según Jairo Núñez, investigador de Fedesarrollo, “el Estado no provee servicios de calidad para equilibrar las desigualdades al nacer y por lo tanto la movilidad social es paquidérmica”.
Tampoco le va muy bien al país en equidad de género (51), ni en participación femenina en el Congreso (50). La desigualdad está explicada, en parte, por la informalidad. Más del 50% del mercado laboral es informal. A esto se suma, el problema de la pertinencia de la educación para las necesidades de las empresas y las brechas salariales entre un empleado con educación superior y uno que está en el sector informal.
“Sin una clase media poderosa no tendremos un sistema de protección social poderoso. Solo informales demandando más y más subsidios”, dice Núñez.
En efecto, los subsidios son otra debilidad en la competitividad, según el ranking del IMD. Éstos son medidos en este escalafón con datos duros y también a través de la encuesta que se hace a los empresarios. Con los primeros, se califica los subsidios del Gobierno como porcentaje del PIB y se ubican en el puesto 53.
Una de las críticas que se hace al Gobierno es que se dan subsidios a sectores que no son productivos, como el agrícola y la industria, lo que hace que haces inversiones no sean sostenibles.
El principal factor de la competitividad, dicen los expertos, es la productividad. Michael Porter, profesor de la Universidad Harvard y una de las autoridades mundiales en competitividad, afirma que aquella es definida por la productividad con la que una nación utiliza sus recursos humanos, capitales y naturales.
En este aspecto el país está retrocediendo. El ránking muestra que la productividad y eficiencia pasó del puesto 56 al 57; la laboral quedó en el 53; la de la agricultura, en el 47; la de la industria, en el 50, y la de las compañías, en el 48. Ante las recientes medidas de choque para aumentarla, los expertos solicitaron respuestas más estructurales, como aumentar el ahorro público.
