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Analistas 31/07/2014

Como un cuero

Marc Hofstetter
Profesor de la Universidad de los Andes
La República Más
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Los gremios cumplen en las sociedades democráticas un papel importante. Funcionan como pequeños centros de pensamiento donde se concentra la información del sector que representan y facilitan la interlocución del Estado con los intereses y las necesidades de su área productiva. Los huecos o excesos en la legislación o la regulación sectorial con frecuencia llegan a oídos del Estado por medio de los gremios. 

Pero no hay que olvidar que los gremios representan los intereses de sus socios. A veces esos intereses pueden estar alineados con los de la sociedad y por tanto la tarea que cumplen los gremios está a su vez alineada con la del Estado. Pero con frecuencia los intereses de unos agremiados pueden ir en contravía del bienestar social, sus beneficios se cobran a costa de otros miembros de la sociedad. Va un ejemplo.

La Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, Cuero y sus Manufacturas (Acicam) le pidió la semana pasada al gobierno, a través de los medios, endurecer las restricciones a las exportaciones de cuero. Cuando leí el titular en la prensa pensé que el periodista había titulado la columna citando una frase fuera de contexto. Pero no. En efecto, la petición del gremio es que se impida que los ganaderos exporten el cuero. ¿La razón? Que hay poco cuero en el mercado local porque de manera creciente lo vendemos al exterior. 

No hay que ser premio Nobel de economía para conjeturar que si los ganaderos lo venden al exterior es porque allí les pagan más por su producto. En una entrevista en este mismo diario al presidente de Asociación Colombiana de Empresarios de los Subproductos de la Ganadería (Acesgan) queda claro que en efecto los compradores locales de cuero pagan cerca de 20% menos y se demoran 45 días más en pagar el producto que los del exterior. Y que si el gremio Acicam quiere que más cuero se quede en el país debe ajustarse a las condiciones del mercado en lugar de pedir que el gobierno lo clausure. 

¿Con qué argumento puede un gobierno justificar que un productor local de cuero no tiene derecho a vender su producto a buen precio afuera, que lo tiene que vender en el mercado local a menor precio y con mayores tiempos de cobro? Bajo esa misma lógica debemos prohibirle a Falcao, James y demás estrellas de nuestra selección jugar en Europa. Deben quedarse en Colombia  y acogerse a los salarios de los equipos locales pues esta demanda de futbolistas colombianos en Europa hace que escaseen en Colombia.  

Lo realmente sorprendente es que el año pasado el gobierno le hizo caso a las peticiones de Acicam y efectivamente restringió las ventas de cuero al exterior (Decreto 2469 de 2013). La talanquera que impuso el decreto estaba diseñada para frenar las exportaciones a China-el principal culpable del aumento en nuestras ventas externas de cuero. Sin embargo, al parecer los productores de cuero encontraron la forma de seguir vendiendo el producto a través de otros destinos, (posiblemente destinos intermedios que igual terminaron reenviando el cuero a la China) y ahora lo que quiere Acicam es que el gobierno afine la restricción. 

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