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Analistas 10/01/2017

Colombia, a combatir noticias falsas

Diego A. Santos
242 Media Director No Ficción
La República Más
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El mundo se ha puesto a temblar con las noticias falsas que se propagan en Facebook, Twitter y otras tantas plataformas digitales. Y con razón. Los servicios de inteligencia de los Estados Unidos dicen tener sólidos indicios de la injerencia que tuvo Rusia en la elección de Donald Trump como presidente.

Este preocupante coletazo de Guerra Fría ha puesto en alerta a países como la República Checa y Alemania, que celebrarán a finales de este año sus respectivas elecciones generales.

Ambas naciones, que padecieron la mano de hierro de Moscú, temen que Rusia busque nuevamente favorecer sus intereses en el corazón de Europa. Y esta vez sin movilizar su ejército. 

El gobierno checo, suspicaz de que el Kremlin trate de desestabilizar su sistema democrático, anunció hace un par de semanas la conformación de una unidad especializada contra las noticias falsas. (bit.ly/CentroCheco)  

El Centro Contra el Terrorismo y las Amenazas Híbridas, compuesto por 20 especialistas y que comenzó sus operaciones este 1 de enero, enfoca sus primeros esfuerzos en combatir 40 páginas de internet checas que diseminan reportes falsos. 

En Berlín, si bien no se muestran tan apurados como en Praga, importantes funcionarios del gobierno de Angela Merkel solicitaron la creación de un Centro de Anti-Desinformación (bit.ly/CentroAlemania) para frenar los ataques de nacionalistas y activistas afines al Kremlin.

A su vez, tras una cascada de noticias falsas en las que se decía que China estaba desarrollando una guerra biológica contra Indonesia con semillas de chiles contaminadas, Yakarta ordenó la constitución de la Agencia Cibernacional. El creciente odio contra Beijing entre un sector indonesio puso en alerta a las autoridades. 

¿Y en Colombia? ¿En qué estamos? La victoria del No en el Plebiscito, según palabras del presidente Juan Manuel Santos, se logró gracias a una campaña de desinformación y mentiras. ¿No es esto entonces argumento suficiente para que el Gobierno monte una unidad dedicada a combatir noticias falsas? 

Estamos ad portas de unos nuevos comicios presidenciales en nuestro país, los de 2018, y sobre la mesa hay mucho en juego, comenzando, ni más ni menos, por la protección del acuerdo de paz con las Farc. 

Si el resto del mundo ya está tomando cartas en el asunto, ¿qué nos frena hacerlo nosotros? Puede que Rusia no esté interesada en inmiscuirse en nuestro proceso electoral. Somos un país insignificante para ellos, pero en este ajedrez de la política internacional, uno nunca sabe. ¿Estamos seguros que Venezuela, Ecuador o la misma Bolivia no tienen interés alguno en lo que pase en Colombia?

De hecho, no tenemos que cruzar las fronteras para saber que en nuestro propio territorio también se esconden personajes siniestros interesados en prolongar nuestro subdesarrollo y  dejarnos estancados en ese pasado desolador y sin renovación que tanto daño nos ha hecho.     

Esto no se trata de crear una teoría conspirativa. Los ciberataques son hoy una realidad, una realidad en la que no más de 10 personas, armadas con un portátil, se pueden bastar para desestabilizar una nación entera, o cambiar el curso de su historia, bien sea para bien, o para mal. Generalmente para mal. 

Ante este panorama, el Gobierno no se puede cruzar de brazos, y mucho menos argumentar que es imposible combatir las noticias falsas. Cierto, no es tarea fácil, y gran parte de la solución recae en Facebook, que ya anunció que tomará medidas al respecto. Pero de ahí a no hacer nada, hay un largo trecho. #ActúenYa

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