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  • María Alejandra Sanchez Pedraza

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Los pescadores de San Andrés y Providencia tuvieron que decir adiós a sus faenas luego del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), por eso le pidieron al Gobierno Nacional que negocie un tratado con Nicaragua para poder volver tranquilos a las zonas de pesca. Según los expertos, este acuerdo debe por lo menos contener cinco claves para garantizar los derechos de la población raizal: los espacios marítimos, derechos de pesca, ambiente, cultura y libre tránsito.

Luego de dos años de la decisión de La Haya de quitar a Colombia cerca de 75.000 kilómetros de mar, los pescadores siguen teniendo problemas. Por eso, el presidente Juan Manuel Santos ordenó a la canciller María Ángela Holguín ir avanzando en un tratado para garantizar los derechos de los raizales, no solo en materia económica, sino de autonomía cultural y derechos fundamentales.

Carlos Arévalo, presidente de la Academia Colombia de Derecho Internacional, señaló que el reconocimiento del fallo de CIJ por parte de Colombia será el punto de partida de Nicaragua.

“Los dos Estados pueden llegar a un acuerdo que incluso puede ser distinto a lo que dijo la CIJ, eso es válido. Pero lo difícil será que Nicaragua se mueva de una posición en la que el punto de partida es una decisión favorable para ellos”, explicó.

Colombia no ha reconocido el fallo de la CIJ, ante lo cual Nicaragua ya ha presentado tres nuevas demandas ante esta instancia. Santos retiró al país del Pacto de Bogotá por el cual se acepta la jurisdicción de La Haya.

El espacio que queda para la negociación será, entonces, buscar los máximos beneficios que se puedan obtener para la comunidad sanandresana.

Para Ricardo Abello, internacionalista Universidad del Rosario, hay muchos puntos por tocar, pero entre los fundamentales está cómo se van a administrar los diferentes espacios marítimos y cuáles son los derechos de pesca. “Hay que definir qué pasa con los buques que van a pescar a Quitasueño y cuando regresan a San Andrés para que no tengan inconvenientes en la zona económica exclusiva de Nicaragua”, explicó el experto, que añadió que no se pueden dejar de lado las vedas de pesca, para establecer con claridad cuáles van a ser esos derechos que van a tener cada una de las partes.

El tema ambiental también será clave, pues se deben tomar medidas para proteger la reserva de biosfera Seaflower. El presidente Santos manifestó que este es uno de los puntos fundamentales, pues la zona quedó entre los dos países.

El representante a la Cámara por San Andrés, Jack Housni, agregó que esta historia binacional viene desde 1928 y lo que se puede plantear ahora es un tratado en el que lo último que se toque sea el tema limítrofe.

“Que se recupere la unidad del archipiélago con una política cultural, de libre tránsito de las personas, con comercio entre estas comunidades, una frontera que sea viva y que traiga beneficios a los habitantes de la zona”, manifestó. En los últimos meses ha habido acercamientos entre los gobiernos de Colombia y Nicaragua para lograr una salida consensuada al conflicto.

Las Opiniones

Ricardo Abello
Internacionalista Universidad del Rosario

“Se debe determinar cómo se van a administrar los diferentes espacios marítimos y cuáles son los derechos que tienen unos y otros en la zona económica exclusiva nicaragüense. Así como los derechos de pesca”.

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