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En la misma línea bajista del FMI, que redujo su previsión de 2,7% a 2,3%, la Cepal también bajó su estimativo sobre Colombia 0,3 puntos porcentuales, luego de que su primer cálculo para este año se ubicara en 2,7%.
De acuerdo con Luis Fernando Ramírez, vicerrector de investigaciones de la Universidad de La Salle, tanto las cifras presentadas por el FMI como por la Cepal son consistentes, y se relacionan con la información suministrada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que reflejaron una disminución del consumo en 7,2% y de la producción en 3,2% durante febrero. “Mientras no haya un sector líder que jalone la economía, las expectativas de crecimiento estarán alrededor de 2,2%”, destacó Ramírez.
Así mismo, el analista hizo énfasis en que, con estas proyecciones, “la meta de tributación estaría en entredicho. En el caso de la tasa de desempleo, se mantendría por encima de dos dígitos durante todo el año”. Para el FMI, el desempeño económico en Colombia, que era uno de los más altos del continente, está íntimamente ligado al precio de las materias primas.
Entre tanto, para la Cepal, aunque no menciona el caso puntual de Colombia, destaca que la dinámica de crecimiento en las economías de América del Sur empieza a beneficiarse de “un aumento de la demanda externa (un mayor crecimiento de los socios comerciales de la región) y de productos básicos que resultarán más altos en 2017”.
Por ejemplo, en el caso de Colombia, cuyo principal socio comercial es Estados Unidos, el FMI auguró al país del Norte una mejora en las perspectivas a corto plazo, gracias al “impulso que tuvo la economía durante el segundo semestre de 2016, la recuperación de la acumulación de existencias, el sólido aumento del consumo y la distensión prevista de la política fiscal”.
De igual forma, la organización señaló que el nuevo programa de políticas en Estados Unidos “ha estimulado los mercados financieros y reforzado la confianza de las empresas”. En suma, para la Cepal, las economías de América del Sur registrarán un crecimiento promedio de 0,6%, una leve revisión a la baja respecto al proyectado en diciembre pasado (0,9%).
La perspectiva para América Latina y el Caribe también tuvo una disminución de 0,2 puntos porcentuales, pues pasó de 1,3% a 1,1%. Para César Ferrari, profesor del departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana, esta perspectiva de crecimiento es el reflejo de que la región “está bastante complicada”.
El analista destacó que las economías de estos países están basadas en la producción de bienes primarios, en especial de petróleo, minerales y alimentos. “La región no ha pensado en otras fuentes de ingreso y como los valores de las materias primas están tan deprimidos, lo mismo sucede con el ingreso”, señaló.
No obstante, la Cepal agregó que para sostener el crecimiento que se espera en 2017, es necesario darle más dinamismo a la inversión, aumentar la productividad a través de la innovación, con sostenibilidad y protegiendo el empleo.
Puntualmente, destacó la inversión en infraestructura como la base primordial para que haya un crecimiento realmente sustentable en América Latina. Así mismo, el organismo señaló la importancia de “potenciar la inversión social y productiva en un marco de ajustes fiscales inteligentes”.
Pese a estos comentarios, Ferrari no se mostró optimista frente a la realidad económica de la región. Para el analista, no hay muchas posibilidades cuando los países grandes tienen bajas expectativas de crecimiento.
Por ejemplo, Brasil, que todavía sufre los efectos de las investigaciones contra Odebrecht, se espera que crezca 0,4%. En el caso de Argentina, donde Mauricio Macri gobierna en medio de críticas, se prevé un crecimiento de 2%, mientras que para México su crecimiento será de 1,9%, pese a que Ferrari recordó que la situación puede ser peor por la incertidumbre que genera Donald Trump.
Las opiniones
César Ferrari
Profesor de economía de la Pontificia Universidad Javeriana
“La diferencia de la proyección para la región entre el FMI y la Cepal es de una décima. La situación es bastante complicada”.
Luis Fernando Ramírez
Vicerrector de investigaciones de la Universidad de la Salle
“Mientras que no haya un sector líder que jalone la economía, las expectativas de crecimiento estarán alrededor de 2,2%”.
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