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Según explicó la entidad, problemas de licencias ambientales, conflictos con las comunidades y compra de predios son los principales problemas por los que no se han llevado a cabo las intervenciones en el corredor vial de 118,4 kilómetros, que se contrataron en 2006 y que debieron comenzar y concluir en 2007 y 2011, respectivamente.
Uno de los principales inconvenientes en la vía está relacionado con el tramo Loboguerrero - Mediacanoa. “La zona cuenta con una afectación geológica que genera deslizamiento de los taludes y el tratamiento de los mismos no está siendo adecuado y oportunamente atendido, debido a que existe una indefinición jurídica sobre quién es el responsable de esta actividad”, destacó un informe de la CCI Occidente.
Así mismo, el kilómetro 65, conocido como La Balastrera, y el kilómetro 52 son zonas de constantes deslizamientos que generan obstrucción en la vía.
De hecho, la Gobernación del Valle ha hecho declaratoria de emergencia debido a los derrumbes de mediana y gran magnitud que se han presentado en los últimos dos meses.
Para la CCI Occidente, Buga - Buenaventura es una vía importante para las exportaciones, teniendo en cuenta que moviliza alrededor de 3.000 vehículos, en su mayoría de carga pesada, que representan 50% del comercio exterior de Colombia.
En ese sentido, dichos problemas de movilidad no solo afectan la competitividad del Valle del Cauca sino de toda la Nación dijo la entidad.
La CCI Occidente hace énfasis en que el Gobierno debe sacar del limbo jurídico en el que quedó el contrato de concesión y definir soluciones al problema de los derrumbes. La construcción de túneles falsos y garantía del tratamiento de los taludes son dos de las propuestas de la entidad.
