Beneficios económicos que traerá el fin de la guerra

La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) mostró que “algunos estudios han concluido que el conflicto le ha restado a dicho potencial entre 1% y 2% anual de crecimiento, que es la misma conclusión obtenida por el DNP en su comparación internacional”.

Bien se ha documentado el hecho que habrá en la economía nacional un beneficio por el acuerdo de paz. En el estudio adelantado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en 2015 se tiene una estimación de un incremento en la inversión extranjera de US$12.000 millones a US$36.000 millones. Cabe recordar que, según cifras de la balanza cambiaria del Banco de la República, los capitales foráneos a septiembre 9 de 2016 van registrando una caída de 24,6% pasando de US$8.626 millones a US$6.499 millones. En 2015, las divisas que entraron al país sumaron un monto de US$11.446 millones. De esta manera, si se compara este flujo con las estimaciones, genera en este indicador de la economía un incremento de 214%. 

El estudio del DNP indica que el crecimiento potencial del Producto Interno Bruto (PIB) del país podría alcanzar tasas de 5,9%, cifra superior al nivel de crecimiento potencial actual de 4%. Esto trae como efecto un aumento de hasta 1,9% adicional.

Otro de los frentes a atender y que traerá beneficios a la economía es el mercado laboral. Recientemente, el Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Infraestructura presentaron el plan de obra pública para el posconflicto en el que se proyecta una inversión de $19 billones y la generación de 29.000 empleos en las zonas afectadas por la guerra.

No obstante, las cuentas que se manejan en el estudio base del DNP es que en los próximos diez años de la implementacón de la fase uno del posconflicto, la economía estaría en capacidad de crear hasta 200.000 puestos de trabajo.

Pero no solo en la generación de trabajo se tiene el desafío para consolidar los dividendos de la paz, también en la calidad de vida de los asalariados. El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, señaló que este organismo tiene una responsabilidad muy fuerte de acompañar a todos los colombianos en la consolidación de este proceso que hoy emprende Colombia. Ryder anotó que se trabajará con el Gobierno  para promover la política del trabajo decente al campo. “Con el Ministerio del Trabajo vamos a impulsar la formación profesional y la extensión de mecanismos de protección social, todo esto significa que tenemos una hoja de ruta para la justicia social en el campo de Colombia” agregó.

Además, la economía sigue en el proceso de reacomodar sus actividades productivas en un panorama menos dependiente de la renta petrolera luego de la caída de los precios internacionales de las materias primas. En palabras del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, “vamos en una senda de ajuste gradual en la economía y el país lo ha hecho de una forma ordenada sin que haya crisis lo que al final lleva que los indicadores macroeconómicos se estabilicen”.

Por su parte, Manuel Fernando Castro, subdirector territorial de DNP, explicó el impacto que traería en las regiones, en especial, en el proyecto agroindustrial de zonas como la orinoquía. “Se estima que en los próximos cinco o seis años se puedan destinar hasta $48 billones que es un conjunto de esfuerzos del Gobierno Nacional, las entidades territoriales y el sector privados para fomentar proyectos productivos agro empresariales para poder conectar esta región con el centro del país”, anotó el funcionario.

Algunos estudios como el de Universidad de la Sabana proyectan que el PIB per cápita podría incrementarse hasta 8,2% sin que se registre un aumento en delitos. Sin embargo, a Anif  no le cuadran las cifras sobre PIB per cápita que en su estudio sobre el dividendo de paz considera “algo exagerado que el estudio del DNP concluya que entonces el PIB per cápita de Colombia se duplicaría en el curso de una década, pues ello implicaría crecimientos en dicho ingreso de 6% real por año frente a 1,5% real histórico que ha mostrado Colombia.

Así, aunque no haya cifra exacta todos apuntan a unos beneficios para la economía.

El crecimiento del PIB se igualará al de la región

Otro punto de vista sobre el dividendo de la paz a la economía es el planteado por la Universidad de los Andes. En un informe adelantado por el Centro de Estudio sobre Desarrollo Económico aclara que la actividad económica tendrá un crecimiento similar al de sus pares en la región si se basa en la premisa que el conflicto armado genera un freno en el incremento del PIB. La publicación pone el ejemplo de El Salvador que registró crecimiento mayor al de la región previo a su etapa de posconflicto. 

Las opiniones

Manuel Fernando Castro

Subdirector territorial Planeación Nacional

“Regiones como los Llanos Orientales y los afectados por el conflicto armado podrán tener una oportunidad para generar un desarrollo e inversión para el posconflicto”.

Guy Ryder

Director de la OIT

“La mejor garantía de la paz duradera es la justicia social. Tenemos que pensar sobre todo en las personas castigadas por la conflictividad que ha afectado a Colombia”.