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  • Esperanza Santamaria

sábado, 25 de agosto de 2012

Dicen los expertos que en estos tiempos modernos además de nacer, crecer y reproducirse hay que añadir una nueva etapa antes de morir: divorciarse, y si es el caso, volverse a casar.

Lo anterior no es un caso fortuito, el divorcio ha crecido sustancialmente en los últimos años en el país, pasando de 13.450 casos en 2010 a 15.326 en 2011, mientras que para este año, de acuerdo con el Superintendente de Notariado, Jorge Enrique Vélez, la cifra ya llega a los 8.694 en el primer semestre. El punto sustancial de este hecho, como lo sostiene la abogada y profesora de derecho privado del Politécnico Grancolombiano, Karen Liliana Laverde, consiste en entender que si bien pueden acabarse los sentimientos, esto no implica que, de hecho, se acaben los efectos jurídicos de la unión, pues el matrimonio genera diferentes ámbitos patrimoniales que, de no disolverse y liquidarse, podría llegar a traerle en el futuro dolores de cabeza en sus finanzas, complicando una posible segunda unión e incluso, la herencia que quiere dejarle a otros. Por esta razón tenga en cuenta los siguientes consejos.

Busque el diálogo o la intermediación
1.Si ha escuchado el reconocido refrán que dice que siempre será mejor un mal arreglo que un buen pleito, esta puede ser una buena ocasión para seguirlo. De acuerdo con Álvaro Rojas Charry, presidente de la Unión Colegiada de Notariado, si hay un común acuerdo entre las partes, el proceso para disolver y liquidar la sociedad conyugal se facilita, pues se cumple un trámite más rápido en el que las partes fijan de manera conjunta sus intereses y responsabilidades frente a los bienes y los hijos, lo cual disminuye además los costos, pues solo se contrata un abogado para llevar todo el proceso.

Disuelva la unión y liquide
2.Si por ningún motivo pudo alcanzar un acuerdo con la persona que era su pareja, recuerde que para entrar en un proceso ante un juez debe establecer con su abogado la causal de divorcio y además aportar las pruebas para que se valide la procedencia del mismo. La recomendación, incluso, de acuerdo con la abogada Laverde, es poner en orden los papeles sobre la unión, pues ocurre incluso que hay parejas que si bien se casaron por lo católico nunca registraron ante una notaría el matrimonio, figurando así como solteros. Tener los papeles en regla, le ahorra tiempo y desgaste en las diligencias.

Certifique sus compromisos
3.Sea ante un notario o ante un juez, si usted se divorcia y tiene hijos menores debe dejar en claro sus responsabilidades frente a ellos en materia de educación, vivienda y alimentación. En ese caso, de acuerdo con el director del Bufete de Abogados Consultores, Gonzalo Molina Jaramillo, es clave dejar constancia de los montos que se acordaron. Por esta razón, evite entregar dinero personalmente y más bien consigne en cuentas bancarias, pues 'entre menos dudas tenga un juez en un caso dado, es más fácil llevar el proceso', dijo Molina. Finalmente establezca siempre por escrito el régimen de custodia.

No haga acuerdos verbales
4.Al hacer un acuerdo verbal con su ex pareja, recuerde que este hecho no es más que un acto de buena fe. Según la abogada en derecho de familia de PrietoCarrizosa, Isabella Jaramillo, 'los acuerdos verbales no son fáciles de probar y, por consiguiente, tienden a no ser vinculantes o exigibles. Así mismo, no hay pacto verbal que sea válido con relación a los bienes de la sociedad conyugal'. Por esta razón, cualquier acuerdo que realice ya sea en torno a sus hijos, los bienes, las responsabilidades, o cualquier otra circunstancia que esté inmersa en el proceso, déjela por escrito y ojalá certifíquela ante una notaría.

Deje claras las deudas conjuntas
5.Al realizarse el inventario de los bienes no solo se tienen en cuenta los activos (bienes, intereses, depósitos, ganancias, vehículos), sino también se relacionan los pasivos (hipotecas, préstamos, deudas, servicios a pagar, tarjetas de crédito). Por esta razón, según el abogado Rojas Charry, es fundamental que tenga presente que 'si hay deudas frente a terceros ambos cónyuges deben responder solidariamente para el pago de estas obligaciones'. Dicho lo anterior, establezca las deudas que hay sobre los bienes en común para que pueda prever sus movidas económicas y ajustar sus finanzas.

Piense estratégicamente sobre los bienes
6.Enfrentarse a la disposición de los bienes, de entrada es una jugada empresarial. Una vez asegure el bienestar de sus hijos, deténgase a pensar qué bienes le conviene hacer un acuerdo o sobre cuales realmente resulta más rentable vender y disponer de las ganancias, pues no siempre la repartición es justa en términos económicos, ni vender es sano para las finanzas. De esta forma, equipare los montos, estudie terrenos, espacios y alrededores y también compare ofertas en el mercado de forma que usted pueda determinar si le conviene pagarle a su pareja, vender la propiedad o hacer un intercambio.

Separe cobijas en la empresa
7.No olvide que si usted trabaja y/o tiene una empresa con su ex pareja, los beneficios que sustraiga de dicha sociedad, cuentan como un patrimonio. Por lo anterior, a la hora de divorciarse deje de un lado los sentimientos y piense que la disolución de la unión conyugal no implica de entrada la disolución de la compañía, la cual como persona le deja ganancias significativas. Por esta razón, los expertos aconsejan que, dentro del proceso de separación, a propósito de la distribución accionaria, se respeten los montos asignados para cada uno, de forma tal que ninguno deba prescindir de estos.

No se lleve, ni disponga de las cosas
8.Si bien es cierto, cuando hay amor 'lo mío es tuyo', parta del principio que en un proceso como este las cosas no son de ninguno , sino de ambos. Por esta razón, los expertos consultados aconsejan que si bien alguno de los cónyuges puede resolver irse de la casa para contribuir con la armonía familiar y evitar conflictos, llevarse las cosas a escondidas o sin previo acuerdo no solo puede considerarse un hecho de mal gusto, sino que además podría generarle problemas de tipo policivo, más aún si usted dispone de cosas que son necesarias para los niños. Así que si piensa llevarse algo, acuérdelo primero.

No subestime los fideicomisos
9.Separarse, de entrada, es un golpe duro para las finanzas. Por esta razón, algunos padres han visto en la figura del fideicomiso, una oportunidad para asegurar con anterioridad algún bien o patrimonio para sus hijos, ya que no están seguros de que puedan contar con este en el futuro. Sin embargo, recuerde que poner en custodia un bien a un tercero mientras su hijo crece o cumple cierta mayoría de edad, no implica necesariamente que deje de sacar rentabilidad sobre el mismo. De hecho, según la abogada Laverde, 'estos bienes son considerados patrimonios autónomos que no son embargables'.

No olvide la escritura de divorcio
10.Una vez disuelva la unión con su pareja, fíjese que quede en sus manos la escritura de divorcio. De acuerdo con la abogada Laverde, la disolución y la liquidación de la unión es fundamental ?para que esos bienes no se confundan con otra unión marital o con una posible liquidación de sucesión?, pues, asegura, se han presentado casos en los que después de la separación las personas han recuperado capitales importantes que luego tienen que repartir por no contar con una escritura de divorcio. Piense que la falta de este puede impedir que una segunda pareja haga uso de su pensión.

Las opiniones

Álvaro Rojas Charry
Unión Colegiada de Notarios

Presidente
“Con el divorcio se producen efectos patrimoniales, aparte de familiares, que dejan en estado de disolución la sociedad conyugal, por lo cual debe procederse a su disolución. Al haber hijos menores, se deben hacer acuerdos sobre el régimen de visitas y de alimentos”.

Isabella Jaramillo
Prietocarrizosa

Abogada de derecho de familia
“Los acuerdos verbales que se hacen dentro del divorcio no son fáciles de probar y, por consiguiente, tienden a no ser vinculantes o exigibles. Así mismo, no hay pacto verbal que sea válido con relación a los bienes de la sociedad”.

Karen Liliana Laverde
Politécnico Grancolombiano

Profesora de derecho privado
“Como los asuntos del matrimonio y del divorcio dependen de los sentimientos de las personas en la práctica estas creen que por acabarse los sentimientos se agotan los efectos jurídicos, lo cual puede afectar sus movimientos futuros”.

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