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Analistas 25/10/2014

Arabia Saudita puede acabar con la cornucopia venezolana

Alberto J. Bernal-León
Jefe De Estrategia Global, XP Securities
La República Más
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El precio del petróleo sigue cayendo, a pesar de la visión de la mayoría de los análisis que he leído y a pesar de mi apreciación personal de que este “commodity” estaba llegando a su piso. Igual los US$80 por barril pareciera ser un nivel de precios que debería resistir, al menos juzgando por lo que los financistas denominan los “técnicos” de las series de tiempo. No es la primera vez que el precio del petróleo llega a los US$80 en la post crisis, mejor dicho, después de la quiebra de Lehman Brothers. El precio del petróleo tocó US$80 en mayo y en septiembre de 2010; en agosto y en octubre de 2011; en junio de 2012, y nuevamente ahora, en octubre de 2014. 

La razón detrás de la caída del precio es múltiple. El análisis que he hecho al respecto reconoce varios factores fundamentales. Unos factores son “nominales” y otros son “reales”. Por el lado nominal, la depreciación marcada que se ha visto en el € y en el ¥ versus el dólar, es un mala noticia para el precio del petróleo, pues esas depreciaciones implican que el dólar norteamericano se aprecia versus la mayoría de las monedas del mundo. Además, como es obvio, si el precio del petróleo está denominado en dólares, entre más se fortalezca la divisa, mayor será la caída del precio del petróleo. La génesis de la apreciación nominal del dólar es el hecho de que la Reserva Federal muy seguramente decidirá a favor de acabar con la compra de bonos en la reunión venidera este 29 de octubre. Al mismo tiempo los mercados están descontando que el Banco Central Europeo y el Banco Central de Japón se van a ir en la dirección contraria, mejor dicho, que más bien decidirán incrementar la cantidad de liquidez que inyectan en sus respectivas economías.      

Por el lado “real” de la ecuación, un factor fundamental es que EE.UU. sigue incrementado su producción de petróleo. Hoy en día EE.UU. está produciendo 8.7 millones de barriles diarios, 1 millón más de lo que producía el año pasado. Tengan en cuenta que lo que EE.UU. logró incrementar en producción en un año es igual a lo que produce Colombia diariamente. Los analistas están convencidos de que EE.UU. no va a disminuir la velocidad de producción a menos de que el precio del petróleo caiga a US$65, donde muy seguramente ya no será rentable sacar el petróleo esquisto de Dakota del Norte. También es muy cierto que Arabia Saudita está exportando petróleo a todo dar, a pesar de la coyuntura. Conocedores del mercado de petróleo han argumentado que la actitud de Arabia Saudita es “irracional”, por lo menos desde el punto de vista económico. Por lo tanto, la motivación de Arabia Saudita tiene que ser política. 

¿Cuál es esa motivación? Seguramente tiene que ver con el interés de Arabia Saudita de debilitar a Irán, país que es un enemigo histórico de la monarquía del Rey Abdullah. Arabia Saudita puede resistir, políticamente hablando, un escenario prolongado de precios bajos. El gobierno de Irán, no. La otra motivación de Arabia Saudita seguramente está atada al interés de EE.UU. de debilitar al régimen de Vladimir Putin. Si los precios del petróleo siguen cayendo, muchos pozos de Rusia dejarán de ser rentables, pues muchos pozos en ese país tienen un punto de equilibrio cercano a los US$80. Por lo tanto, entre más caiga el precio, mayor será la presión que el mercado ejercerá versus el rublo, y, por lo tanto, mayor será la presión sobre la ya muy alta inflación que afecta a Rusia. 

El invitado no invitado, el primo incómodo, es Venezuela. El presidente ilegítimo de Venezuela, el señor Maduro, no ha parado de rogar que se haga una reunión extraordinaria de la Opec para disminuir la producción mundial, que hoy ronda los 90 millones de barriles diarios. Pero nadie le hace caso. Venezuela es un cero a la izquierda en el entorno mundial, es una simple comedia. Pero lo más hilarante de todo, es que el ajedrez mundial cada día pone en peor situación al señor Maduro. ¿Si con el petróleo a US$80 no hay ni caldo de pollo en Venezuela, como será si el petróleo cae a US$60? Como decía mi mamá, “a llorarle al mono de la pila”. Muy merecido, por demagogos.

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