viernes, 24 de abril de 2015

En tecnologías más recientes y avanzadas, son muchos los elementos a tomar en cuenta. Muchas veces se dejan la toma de las decisiones sobre la adquisición de una u otra tecnología a técnicos e ingenieros, pero es importante que el gerente o presidente de la empresa participe de ese proceso. Aunque los técnicos responderán por las áreas técnicas, en costos y repercusiones organizacionales dentro de la empresa, los gerentes tienen mucho que decir.

Uno de los grandes problemas de las tecnologías, es que usualmente lleva a tomar decisiones de oportunidad. Por ejemplo, si la organización decide irse con la tecnología del proveedor A, con este estará casado por muchos años, usualmente varias décadas. Dependiendo del tipo de tecnología y la forma como se manejen sus derechos comerciales, esto puede llevar a que la empresa cliente se vea obligada por muchos años a contratar a este proveedor, así esta sea un mal aliado de los negocios.

Desafortunadamente, con muchas tecnologías los clientes nos convertimos en sus “vacas lecheras”. Lo que en una primera compra era una buena idea, con el tiempo se convierte en una relación de obligación, donde con frecuencia el más favorecido es el proveedor y no el cliente. Esto sucede, pues ese proveedor entiende que no es fácil deshacer la relación, por consiguiente este tiene el control de la relación.

Existen algunas tecnologías que nos llevan a tomar decisiones de casarnos con una específica. Por ejemplo, cuando decidimos si los computadores de nuestras organizaciones van a usar sistema operativo Windows de Microsoft o Mac de Apple. Esta decisión no se puede tomar a la ligera y depende de muchos factores. Aunque en los últimos años ha perdido mercado, Windows sigue siendo una fuerza dominante, que se perpetúa, pues muchas otras soluciones de software solo existen para esta plataforma. De forma que tomar la decisión entre Windows y Mac no es sencilla.

En el anterior caso, tanto Microsoft como Apple nos tienen controlados, a no ser que nuestra empresa opte por el mundo del “software libre” y en especial, la plataforma Linux. En nuestro entorno pocas empresas toman esta decisión, pues se ve como algo arriesgado y con alto grado de incertidumbre.

A muchas empresas, los dos anteriores gigantes nos tienen amarrados y somos sus “vacas lecheras”. Esta es una situación que no es para nada deseable, pero que poco podemos hacer al respecto. Lo positivo dentro de este ambiente negativo, es que podemos optar por terceros, que nos atiendan las necesidades sobre estas tecnologías. Con esto me refiero a empresas que brindan soporte o hacen desarrollos sobre estas tecnologías, entre otros. Si estos no funcionan, es posible cortar la relación y buscar una alternativa.

Un caso muy grave que se encuentra en el mercado, es con las páginas web. Aunque existen plataformas abiertas, que en teoría nos permiten cambiar fácilmente de un proveedor a otro, esto en la práctica muchas veces no es así. En nuestro mercado proliferan malas prácticas, como no entregarle el control de los dominios de internet a los clientes y amarrarlos a contratar una y otra vez con la misma empresa.

Otra mala práctica que he visto con frecuencia, es que la mayoría de páginas web se entregan sin un manual de usuario ni manual técnico. Si la página web está desarrollada sobre una plataforma libre, un manual técnico fácilmente puede hacer que se pase el control de un proveedor inicial a uno nuevo. Sin el manual, será mucho más complejo. Aunque esta es una práctica común, no implica que sea aceptable. De hecho, es que muchas empresas dicen que hacen el manual con un costo adicional, lo cual es entendible. El manual no lo incluyen por los altos costos y así obtener los clientes.

Espero que usted no sea una de estas “vacas lecheras” de los proveedores de tecnología. Siempre hay formas para evitar esto y un buen inicio, es contar con un buen asesoramiento.