“Los políticos están más interesados en su futuro que en el de España”

El actual director de El Mundo de España pasó 16 años de su vida periodística en Asia como corresponsal. Esa lejanía le permite tener una mirada más desapasionada y objetiva.

Hay partidos recién nacidos que pueden decidir quién gobierna. ¿Es mejor este panorama que el anterior de dos grandes partidos que dominaban?
Sólo el tiempo dirá. Es una situación inédita en la democracia para España, pero si hemos llegado a esta situación es porque los dos han fallado a la sociedad. Son los principales responsables de la caída del bipartidismo.       

¿Mariano Rajoy es un cadáver político o aún dará juego?
Ha demostrado ser un gran superviviente a lo largo de más de tres décadas de carrera política. Sin duda estamos ante su partido definitivo. La corrupción y la falta de regeneración le ponen en una situación límite, porque el país pide cambio y no ha sabido leer ese deseo.  

¿Cree que si el PSOE se une con la extrema izquierda para gobernar, los inversionistas huirán despavoridos?
España pertenece a la Unión Europea y eso la protege de medidas radicales, porque nuestra política económica está sujeta a límites marcados claramente por Bruselas. Pero si se aplicara el programa de Podemos, sin duda habría inversionistas que elegirían otro destino antes que España.

¿Cuál sería el mejor Gobierno para que España continúe la recuperación económica?
Un pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos que incluya una agenda de regeneración y reformas. Es el que más estabilidad daría y el que mejor defendería la unidad de España.

Si hay nuevas elecciones, ¿variará el mapa político?
El riesgo es que vayamos a elecciones que no resuelvan nada y que nos dejen sin Gobierno estable hasta el verano. Sería perjudicial para la confianza y, sobre todo, no daría imagen de país serio. Dudo que en unos pocos meses los resultados fueran a cambiar mucho.

¿Considera que el Rey ejerce alguna influencia sobre algunos líderes?
El Rey Felipe VI quiere cumplir su función y ser una figura que ofrezca estabilidad. Está en una situación difícil porque los políticos están más interesados en su futuro político que en el interés del país. Ahí es donde hay una gran brecha entre el monarca y los políticos.

España apoya el proceso de paz, pero allá no aceptarían negociar de tú a tú con ETA. ¿Por qué cree que les perece bien en Colombia y mal en España?
Sería atrevido de mi parte hablar del proceso de paz de Colombia desde la distancia, sin conocerlo bien, ni haber escuchado a las partes directamente. Lo que puedo asegurar es que en España el Estado ha vencido a ETA, y lo ha hecho porque nunca renunció a sus principios ni se dejó doblegar por la violencia. Los terroristas comprendieron que jamás lograrían nada, por muchos españoles que mataran.

En Colombia hay listas abiertas y la corrupción es brutal. En España son cerradas y los partidos también se corrompen…
No existe un gen especial que haga a los colombianos o los españoles más corruptos que los noruegos, por ejemplo, y allí hay mucha menos corrupción. El motivo es que tienen un sistema judicial independiente; leyes que garantizan la transparencia; democracia interna en los partidos; sistemas educativos que fomentan desde la infancia el cumplimiento de las reglas etc. La lucha contra la corrupción es larga y tiene que ser permanente. Lo que no se puede es renunciar a ella.

Los periódicos no saben cómo rentabilizar sus páginas web y el papel está en decadencia. ¿Cómo volver a los buenos tiempos?
La época de bonanza de los años 80 y 90 no volverá. Tendremos que acostumbrarnos a más competencia en un mundo digital que ofrece la mayor oferta informativa de la historia. Pero todavía pueden ser empresas rentables; en España estamos viviendo una aceleración del negocio digital que nos lleva a ser optimistas. Hay luz al final del túnel para quienes hagan un periodismo de calidad, independiente y que aporte valor.

¿Unos medios débiles por falta de recursos y una audiencia que cada día lee menos, es buena noticia para los políticos?
No es cierto que nos lean menos. Gracias a internet, tenemos más lectores que nunca, pero somos más débiles financieramente y tenemos menos recursos. El poder (político y económico) siempre tratará de aprovechar cualquier debilidad para condicionar nuestro periodismo. Los políticos que desean una prensa libre no quieren lo mejor para sus ciudadanos, sino inmunidad para ellos. Más allá de nuestra situación económica, es nuestro deber vigilar el sistema y a aquellos que tratan de aprovecharse de él.