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  • Natalia Arteaga

martes, 8 de abril de 2014

Andrés Charria es uno de los ocho abogados especialistas en deporte que hay en el territorio nacional. Es el presidente del Instituto Iberoamericano del Derecho y Deporte seccional Colombia y aunque dentro de sus clientes tiene a figuras de talla olímpica como María Luisa Calle, asegura que abrirse campo en esta rama, es aún muy difícil para un jurista que quiera ejercer detrás del deporte.

Califica a las facultades de derecho de las principales universidades como ‘tradicionalistas’ y asegura además que el apego académico al derecho penal, financiero y laboral, es una de las principales causas por las que el derecho deportivo no ha logrado aun, hacerse a un lugar de ‘peso’ en la agenda de los juristas nacionales.

En entrevista con LR, Charria habló de los casos más ‘sonados’ que han enfrentado algunos de sus clientes nacional e internacionalmente, de las irregularidades frecuentes en los contratos y del ‘dopaje’ como la peor situación que pueda enfrentar cualquier deportista.

¿Por qué el derecho deportivo en Colombia sigue siendo la rama ausente de la profesión?
El deporte sigue siendo una actividad menor (al igual que el arte o el cine) tratada de manera paternalista, las grandes figuras se han formado sin mayor apoyo del Estado y de la empresa privada. Hasta hace poco, como muchos recordarán, el deportista era en mendicante que rogaba apoyo y atención y eso claramente ha impedido la existencia de un campo de acción atractivo para los profesionales de esta rama.

Solo el fútbol profesional tiene una estructura económica organizada, aunque con problemas y necesidades jurídicas propias. Se ha avanzado bastante en los últimos diez años, pero se sigue pensando que el tema deportivo solo es de “ponerle ganas”. Gracias a figuras como Mariana Pajón, Juan Pablo Montoya y otros que han empezado a destacar en disciplinas como el patinaje y la halterofilia, los colombianos se han empezado a percatar de que el deporte es una empresa que requiere recursos e ideas propias.

En las universidades nacionales que ofrecen el programa de derecho, no hay énfasis en la rama deportiva, ¿a qué se debe?
La mayoría de las facultades de derecho son entidades conservadoras con gran aversión al cambio. Plantear algo diferente en el pénsum tradicional de las instituciones que tienen el programa, no es fácil. En varias oportunidades he sentido que las instituciones me han recibido con una sonrisa casi burlona al plantearles un seminario de derecho deportivo. Afortunadamente en la Universidad Javeriana de Bogotá lo entendieron, se atrevieron a hacer algo diferente y desde hace más de diez años dicto una cátedra en la institución.

¿Cuáles son los deportistas que representa legalmente en la actualidad?
Generalmente asesoro a deportistas de manera puntual cuando tienen problemas, pero siempre estoy disponible para atender sus casos. En este momento tengo a Antony Silva, el exarquero paraguayo de la Corporación Club Deportes Tolima; Santiago Arias, el lateral derecho del club PSV Eindhoven; y a Darwin Andrade, mediocampista y lateral del Újpest Football Club, de la primera división de Hungría.

A parte de estos deportistas de primer nivel, también asesoro a varias academias. Ahora la gente le está dando más importancia a los temas legales en el deporte y por lo general aparecen muchos padres de promesas deportivas, que no quieren dar ni un paso en falso.

He tenido el gusto de trabajar con deportistas de la talla de Oscar Córdoba, Jorge Bermúdez, Ómar Pinzón y de organizaciones como Olimpia de Paraguay, Club Deportivo Junior Fútbol Club S.A., Once Caldas S.A., entre otros.

¿Cuáles son los problemas legales más frecuentes que enfrentan los deportistas colombianos nacional e internacionalmente?
El dopaje es la mayor pesadilla de un deportista de alto rendimiento. Contrario a lo que se cree, la mayoría de los casos de deportistas que han tenido que pasar por esta mala experiencia lo han hecho por desconocimiento y por la ingesta involuntaria de sustancias prohibidas en bebidas o alimentos. Otro caso muy frecuente entre los futbolistas, es incumplimiento de puntos en contratos por parte de los clubes.

¿Cuál fue el caso deportivo más complejo que le ha tocado representar?
Sin duda, el positivo de la ciclista María Luisa Calle en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Era un tema totalmente desconocido y absurdo desde el punto de vista jurídico. Me tomó prácticamente un año la defensa con viajes al Tribunal Arbitral del Deporte en Suiza a defender a María Luisa frente a abogados de muchísima experiencia y conocimiento y por cierto, bastante agresivos en el trato personal. Todo valió la pena y en 2005 ella pudo recuperar su medalla de bronce.

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