.
Analistas 17/02/2017

Éxodo con nubarrones

Edgar Papamija
Analista
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

La impresionante movilización de la guerrilla de las Farc hacia los sitios acordados de concentración evoca en mi espíritu el mítico relato del pueblo judío camino de Canaán. Desde todos los confines de la patria surgen grupos de hombres, mujeres y niños que abandonan la guerra para cumplir una cita con la historia. Las gentes de bien de esta adolorida nación, tendrán que mirar con ansiosa complacencia esta manifestación de fe, de un grupo de colombianos que, con sus hijos y enseres al hombro, le piden una segunda oportunidad a la tierra que los vio nacer. 

Los escépticos tendrán que reconocerle a la guerrilla de las Farc y a sus dirigentes, el ánimo decidido que han mostrado para dar el paso definitivo a la institucionalidad, y sería mezquino que persistiera el avieso interés de destruir un proceso, a todas luces irreversible. La paz no está a la vuelta de la esquina y subsisten innumerables factores, ajenos al proceso, que estimulan la violencia. Ahora más que nunca se requiere el compromiso de todos. Ojalá no tengan que pasar 40 años, como en el bíblico relato, para encontrar la tierra prometida.

Desafortunadamente, frente a este positivo despliegue de confianza, aparecen nubarrones que amenazan, no solo el éxodo guerrillero sino los cimientos de nuestra institucionalidad. La semana anterior registramos el monstruoso escándalo de la multinacional brasileña Odebretch, sin sospechar que horas más tarde, el país seria víctima de una replica del pavoroso sismo de la corruptela.

Ni por un instante hemos pensado que el presidente Santos estuviese inmerso en tamaño lodazal, pues si bien es cierto hemos mantenido distancia de su Gobierno, conocemos sus antecedentes que nos obligan a creer que hubo una inmarcesible ligereza del señor fiscal, al recoger y difundir la declaración de un preso que ha aceptado su culpabilidad. No entendemos al fiscal, y no enten- demos al vicepresidente que dio la impresión de bajarse del barco ante la amenaza de tormenta. Definitivamente hay orfandad de liderazgos. Tenemos la esperanzada certeza de que el Primer Mandatario saldrá indemne de esta cloaca. Es impensable que un Presidente, en vía de reelección, arriesgará tan ingenuamente su nombre y pusiera en peligro la institucionalidad tan burdamente. Sus enemigos y quienes aspiran a sucederlo debían meditar sobre el daño que causa, su irresponsabilidad o excesiva ambición.

De otra parte, nos preocupan los efectos de lo que está sucediendo en el país. La Guajira y Odebrecht son a la que llegamos por la corrupción de los políticos, la complicidad de los partidos y la inoperancia de las instituciones: $5 billones de regalías despilfarrados en 20 años, gobernadores y alcaldes presos por corrupción, 4.112 niños muertos por inanición entre 2008 y 2013, y millones de dólares en coimas y chantajes. ¡Un verdadero tsunami de pestilencia!

El infame saqueo de recursos oficiales envía un mensaje de desánimo cuando el impacto de los impuestos comienza a sentirse, pues no en vano en enero el recaudo aumentó 7,3%, representando el IVA un poco más de la mitad de esa cifra. Si a esto se suma la parálisis de las obras civiles, cuyo impacto en la economía es alrededor de 5%, se puede afectar seriamente el desempeño económico de este año, reduciendo la inversión, el gasto y la productividad, lo que generaría desempleo y afectaría el crecimiento que necesitamos para contrarrestar los efectos del apretón tributario, la espiral alcista, la caída del consumo que registra Fedesarrollo y el lento repunte de nuestras exportaciones, aliviado transitoriamente con la recuperación de los precios del petróleo. 

En resumen, preocupa que frente al esperanzador fenómeno de la desmovilización guerrillera, la insensatez de la clase dirigente y los fenómenos de corrupción, generen un clima de inestabilidad política y de ralentización económica, en un momento de gran incertidumbre que el Gobierno trata de desvanecer, intentando inyectar optimismo, sin convencer totalmente.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA