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martes, 20 de enero de 2015

El surgimiento de los hidrocarburos en yacimientos no convencionales ha aumentado significativamente la oferta de los hidrocarburos líquidos a nivel mundial y, en especial, en los grandes consumidores, provocando que los productores asociados en la Opep vean reducido el mercado y el precio para su petróleo. 

Los Estados Unidos, por ejemplo, han incrementado su producción de hidrocarburos en un 50%, gracias a los yacimientos no convencionales, lo que ha implicado una disminución en la compra a productores de otras regiones del mundo.

Cabe preguntarse entonces si la situación actual es coyuntural o si por el contrario es un cambio de la industria a futuro,  donde los precios de US$115 por barril serán historia. Lo que sucede hoy, para Colombia, es especialmente difícil. Sobretodo por lo sorpresivo y significativo. Una caída de precios de 40% en 6 meses sin previsión alguna, impacta a cualquiera. Ningún analista pudo predecir lo que hoy sucede y para los colombianos ha sido especialmente dramático. 

Según la Agencia Internacional de Energía la caída en producción más significativa, la tiene nuestro país.  

Adicionalmente, el porcentaje de inversión extranjera tanto para exploración como producción, ha descendido 9,7% afectando la balanza comercial. Los ingresos por concepto de regalías e impuestos se verán disminuidos. Entonces, a pesar de los bajos precios a nivel mundial, ¿los campos petroleros en Colombia podrán seguir produciendo? o ¿se perderán todos los esfuerzos hechos durante la última década para hacer de este sector un impulsor del desarrollo y no tener que importar a futuro los energéticos que necesitamos para el aparato productivo?

Las opiniones al respecto son diversas. Muchos piensan que es muy importe remover los obstáculos que hicieron que en el 2014 las empresas solo ejecutaran 56% de lo programado en materia exploratoria. 

Hay quienes afirman también que es necesario mejorar condiciones tales como la infraestructura de transporte, para que la empresas puedan mantener la actividad. Los altos costos de llevar los hidrocarburos a los puertos de exportación, por carrotanque y en vías deterioradas, afecta la competitividad de ciertos campos. 

Los analistas también sugieren reducir costos operacionales y trabajar los campos más rentables, pero se oyen voces de empresarios que piden al Estado reconsiderar el costo de regalías e impuestos durante estos tiempos difíciles. 

Algo así como compartir el riesgo de continuar produciendo en las condiciones actuales. También surgen voces en el Congreso de la República que le piden al Gobierno Nacional reducir los costos de la gasolina, dado que su precio actual, en opinión de ellos, no se justifica con el precio internacional del petróleo.  Por ello, piden que los beneficios de la rebaja se sienta en los bolsillos del consumidor. En fin, es un tema que impacta desde diversos ángulos y da razones a muchos que deben ser estudiadas cuidadosamente.

Entonces, siendo que esta problemática no es solo de industriales del petróleo y estando advertidos que podemos estar frente a una situación que no es coyuntural sino de cambio permanente de la industria petrolera, habrá que pensar en los cambios que sea necesario hacer, para adaptarse a esa nueva realidad. Los efectos se tendrán que asumir. Los ingresos de la Nación y los entes territoriales, vía regalías e impuestos a la producción y refinación de hidrocarburos y la distribución y comercialización de combustibles líquidos, se verán afectados en el corto plazo y, en cifras importantes. 

Así mismo, el ingreso de inversión extranjera para exploración y desarrollo, se disminuirá para el presente año por la situación de precios a nivel mundial.  La pérdida de empleos directos e indirectos en regiones apartadas será evidente y, en general, una oportunidad para financiar los cambios necesarios para alcanzar el desarrollo y el progreso social, están en riesgo. Por eso, es momento de tomar medidas efectivas y prontas, que permitan afrontar la coyuntura y, eventualmente, un cambio permanente de la industria petrolera.