MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
En los inicios de 2015 hemos presenciado un marcado descenso en los precios del petróleo, llegando recientemente a la franja de US$45-50/barril. Además, se ha estrechado el diferencial Brent-WTI a solo unos US$3/barril, dada la abundancia de oferta en Cushing-Oklahoma que determina la cotización de este último. Ello ha implicado caídas acumuladas hasta de 60% en los referentes internacionales del petróleo respecto de las cotizaciones de mediados de 2014.
Allí han confluido: i) la mayor oferta por parte de la Opec (particularmente de Arabia Saudita e Irán) y de los Estados Unidos, donde la revolución shale gas-oil ha incrementado la producción de crudo en un 30% durante 2010-2014 (alcanzando casi los 9 millones de bpd en 2014); y ii) la débil demanda proveniente principalmente de China y Europa. Así, la EIA estima que el consumo global (91,4 millones bpd durante 2014) tan solo se incrementó cerca de 1% en 2014, bien por debajo del crecimiento de 3% observado en el PIB-real global.
Prospectivamente, se espera que el precio del referente WTI aumente gradualmente hacia el rango US$65-75/barril durante el próximo quinquenio, alcanzando el valor promedio de la última década. Este sería el resultado de balancear dinamismos en la oferta y la demanda global, los cuales finalmente permitirán moderados repuntes en el precio del petróleo, iniciándose en el segundo semestre de 2015 y consolidándose a lo largo de 2016.
En particular, observaremos: i) desaceleraciones en la oferta petrolera global, provenientes de caídas drásticas en la exploración petrolera, con mayor énfasis marginal en las no-convencionales y en la zonas convencionales distantes (cubriendo desde el mar Báltico hasta el Putumayo); y ii) recuperación en la demanda global por combustibles, donde a nivel de los hogares existe una elasticidad-precio de la demanda elevada, especialmente en los Estados Unidos. Veamos esto con mayor detalle.
En lo relativo a la capacidad de oferta de la industria extractiva no convencional (especialmente fraccionamiento hidráulico), se ha estimado que, en los Estados Unidos, niveles de precios de US$60-65/barril representan tan solo un “break even”. Esto implica que no veremos incrementos en la oferta del fracking en 2015-2016, lo cual contrasta con el incremento de casi 1 millón bpd observados durante 2010-2014 (cuando los precios bordearon US$100/barril). Cabe señalar que reducciones en el CAPEX de no convencional suele traducirse en impactos negativos casi inmediatos sobre su oferta petrolera Vs. los 2 ó 3 años que toma en el caso del crudo convencional.
Ahora bien, los recortes en la oferta podrían ser inclusive superiores a nivel global, ya que seguramente los proyectos de no convencionales también se verán postergados, como los de Rusia (Bazhenov), Argentina (Vaca Muerta) y China. Esto implica que los mecanismos auto-correctivos de recuperación de los precios del petróleo, por el lado de la oferta, se verán con mayor ímpetu en 2016. Probablemente para entonces los considerados geopolíticos de Arabia Saudita y Estados Unidos también se habrán diluido.
Por el lado de la demanda, la elevada elasticidad precio de los hogares también ayudará a recuperarlos. En el corto plazo, el precio al consumidor ha caído de casi US$4/galón a US$2/galón en los Estados Unidos. También la demanda del aparato productivo jugará su papel, en momentos en que se estará dando una aceleración del PIB-real de los Estados Unidos de 2% hacia su potencial de 3% en 2015-2016. Europa será un ganador neto frente a la caída de precios y se estima que su PIB-real pasará a crecer a 2,5% frente al 1% en promedio que se ha observado en estos años de crisis. En el caso de China e India también veremos impulsos a la demanda en 2016, aprovechando el abaratamiento de los combustibles en 2014-2015.
Algo que no está muy claro es la futura relación entre fuentes alternativas de energía y la demanda por combustibles convencionales. ¿Será que se postergará la masificación del carro eléctrico y/o la oferta de energías renovables? Por ejemplo, China había invertido US$56.000 millones en 2013 en la búsqueda de energías más limpias. ¿Cómo afectará la nueva trayectoria de precios de petróleo la meta de generar hasta un 50% de su energía por vías no-convencionales en 2020?
En síntesis, el precio del petróleo debería recuperarse de sus actuales cotizaciones de US$45-50/barril y perfilarse hacia su media histórica de la última década, cercana a los US$72/barril, en dólares constantes de 2014, hacia 2016, dadas las fuerzas de oferta-demanda, antes comentadas. Sin embargo, su velocidad de convergencia dependerá de: i) avances tecnológicos en el fracking y de sus “precios de equilibrio”, particularmente fuera de los Estados Unidos; y ii) la esperada consolidación de alternativas energéticas, tanto por el lado de la oferta (eólica) como de la demanda (carro eléctrico).